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Las Tres Taifas

ZARAGOZA - TERUEL - GUADALAJARA
Recorrido:Desde Ateca (Zaragoza) hasta Cella (Teruel)
Jornadas:6 días (52 km / día aprox)
308.77 KM
Camino del Cid
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Cicloturismo de carretera por Las Tres Taifas. Recorre los territorios de las taifas de Zaragoza, Toledo y Albarracín

 

  • Recorrido: Desde Calatayud (Zaragoza) hasta Cella (Teruel).
  • Provincias: Zaragoza, Guadalajara, Teruel.
  • Kilómetros: 309 km aprox. (incluyendo el enlace Calatayud - Ateca de 15 km aprox.)
  • Jornadas recomendadas:  6 días (54 km / día aprox.)
  • Dificultad: Media

 

 Qué información sobre esta ruta puedes descargarte en esta página  

Recuerda que en las Oficinas de Turismo del Camino del Cid podrás obtener de forma gratuita más información sobre cada ruta: incluyendo los folletos y el salvoconducto.

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Argumento

El Cid libró su primera gran batalla literaria (es decir, según el Cantar) contra un ejército musulmán en Alcocer, hoy un despoblado cerca de Ateca. La victoria cayó del lado de las huestes del Cid y el propio Rodrigo llegó, persiguiendo a uno de los generales derrotados en el combate, hasta las puertas de Calatayud, a 15 km, y es aquí donde empieza nuestra ruta.

Esta victoria y la organización y autonomía de su ejército, cada vez más numeroso, le permite moverse sin dificultades entre las fronteras de los distintos reinos musulmanes. Tres taifas muy diferentes entre sí -Toledo, Zaragoza, y Albarracín- sirven de escenario al paso del Cid literario y de su gente. Según los versos del Cantar la victoria de Alcocer dejó paso libre al Cid para imponer su ley por los diversos caminos y poblaciones de estas taifas. Cuatro son los hitos fundamentales del Cantar en este tramo: El Poyo del Cid, en Teruel, donde el Cid reforzó una fortificación romana para convertirla en su centro de operaciones en los territorios turolenses y zaragozanos; Molina de Aragón, en Guadalajara, señorío gobernado por Avengalbón, un musulmán aliado del Cid que le servirá fielmente y protegerá a las hijas de Rodrigo; Albarracín, en Teruel, lugar de paso para las huestes del Cid en su tránsito entre Castilla y el Mediterráneo, y Cella, localidad turolense donde, según el Cantar, el Cid decidió reunir a todos aquellos hombres que quisieran acompañarle a conquistar la ciudad de Valencia.

  

El viaje: qué vas a encontrar

Tienes ante ti 300 intensos kilómetros de paisajes, historia, arte y aventura, recorriendo viejos y agrestes territorios que formaban parte de tres reinos musulmanes o taifas. Una ruta exigente en lo físico -la segunda parte, a partir de Molina de Aragón, discurre por serranías- pero fascinante en su recorrido, y entre cuyos hitos destacan cuatro importantes complejos amurallados medievales: Calatayud, Daroca, Molina de Aragón y Albarracín.

Calatayud, por su longitud y su antigüedad es uno de los recintos amurallados islámicos más importantes de España. La herencia musulmana es también muy palpable en su patrimonio mudéjar, que tiene como ejemplo destacado la Colegiata de Santa María La Mayor, declarada, junto a otros ejemplos de este arte en Aragón, Patrimonio de la Humanidad. Desde Calatayud seguimos la rica vega del Jiloca, que dejamos a nuestra derecha con paisajes muy agradables de cultivos y frutales, mientras que a la izquierda van apareciendo una serie de poblaciones muy interesantes, como Maluenda o Villafeliche, con bonitos ejemplos de arte mudéjar junto a la silueta de castillos, hoy abandonados, que nos cuentan grandes historias de la Edad Media.

El segundo gran hito en nuestra ruta es Daroca, en tiempos una fortaleza islámica muy importante en el valle del Jiloca, uno de los pasos de ideas, mercancías y ejércitos desde la antigüedad, pues enlazaba la Meseta, el valle del Ebro y el Levante. Daroca tiene un importante y variado patrimonio artístico -con buenos ejemplos románicos- acorde con la rica historia de la ciudad. Al atardecer sus murallas adquieren un peculiar matiz dorado. Desde Daroca, y antes de seguir ruta hacia Monreal del Campo, puedes enlazar con el anillo cicloturista de Gallocanta, de 78 km y gran valor medioambiental.

La columna vertebral de esta ruta, hasta Monreal del Campo, es la Nacional 234, que alternaremos con carreteras secundarias, como la que, desde el puerto de Villafeliche, nos conduce hasta Daroca pasando por un espacio geológico muy singular. La experiencia cicloturista por la N-234 no es agobiante, dado que no encontramos perfiles fuertes y que el tráfico no es intenso y y se interrumpe al entrar en las pequeñas poblaciones que jalonan el itinerario. En conjunto, sin grandes perfiles que reseñar, este primer centenar de kilómetros resulta fácil de ciclar.

En Monreal del Campo el camino se dirige hacia Molina de Aragón. El viejo camino medieval se oculta bajo la Nacional 211, que seguiremos hasta Molina, tras 50 km con buen arcén. Molina de Aragón es el tercer epicentro de la ruta: ciudad monumental con su castillo como símbolo, quizá el más esbelto de cuantos encontramos en el Camino del Cid.

Desde Molina el paisaje cambia rotundamente y nos sumergimos en una de las zonas más salvajes de todo el itinerario por 150 km de carreteras comarcales y autonómicas, en pequeños tramos con fuertes desniveles que pondrán a prueba tus fuerzas, donde lo más probable es que te cruces con tantos corzos como coches. Hasta Albarracín atravesaremos el Barranco de la Hoz y cinco espacios naturales: el Parque Natural del Alto Tajo, Montes de Picaza, Tremedales de Orihuela, el Sabinar de Monterde de Albarracín y los Pinares de Ródeno: cañones y desfiladeros fluviales, rapaces rupícolas, bosques mixtos de encina, sabina y pino laricio -con predominio de este último- , tremedales, cabras montesas y todo tipo de cérvidos. Toda la zona es, además, un impresionante museo geológico al aire libre donde se advierten todo tipo de fallas, pliegues, ríos de piedra, dropstones y toda clase de fenómenos erosivos, algunos muy llamativos, como las torres de Chequilla. Atravesando estos paisajes llegamos a Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de España.

Albarracín es el cuarto gran complejo amurallado de la ruta, fue la capital de la pequeña pero importante taifa de los Banu Razin y aquí el Cid histórico estuvo a punto de morir durante una refriega. Desde Albarracín, tras un merecido descanso, nos dirigimos a Cella. En este último trayecto podremos visitar una de las obras más importantes de la hidráulica romana en esta zona, conservada por los  árabes: el acueducto que une Albarracín y Cella, parte del cual está excavado en la roca y que el viajero puede recorrer, a pie, en alguno de sus tramos. Una última sorpresa nos espera en Cella: su pozo artesiano, uno de los más grandes de Europa. Cella debía de ser en el siglo XII un lugar fronterizo y "caliente", donde abundaban los mercenarios, y es el sitio elegido por el autor del Cantar para que el Cid espere a todos los que quieran acompañarle en la conquista de Valencia. Muchos viajeros suelen prolongar una etapa más su viaje hasta alcanzar Teruel, en el siglo XI apenas un poblado, nudo de comunicaciones.

 

La buena mesa del Cid

La gastronomía en estos territorios tiene como denominador común, especialmente en la sierra, los platos contundentes de cuchara o de caza -desde unas judías pintas al ciervo estofado, pasando por una buena menestra o unas perdices escabechadas-, aunque el rey indudable es el ternasco, que en Molina de Aragón comparte trono con el cabrito en caldereta. De Calatayud no salgas sin probar los estupendos garbanzos con congrio o los fardeles, ni abandones la provincia de Teruel sin probar su famoso jamón, que tiene en Calamocha una de sus capitales. Entre los pescados priman el tradicional bacalao y la trucha. Además de los deliciosos melocotones al vino, a lo largo de la ruta encontrarás diversos postres de origen mudéjar, huella gastronómica de su pasado islámico: Daroca es conocida por este tipo de repostería, donde puedes degustar las trenzas mudéjares o las almojábanas, las más famosas las de Albarracín, localidad conocida también por sus excelentes quesos.

 

Carreteras singulares

 La denominación "Carreteras Singulares" del Camino del Cid sirve para designar aquellos tramos de carretera con una especial significación cicloturista, paisajística, histórica o artística. En esta ruta puedes encontrar las siguientes Carreteras Singulares:

  • Carretera entre Villafeliche y Murero (4 km). Zaragoza

A 4 km de Villafeliche en dirección a Daroca por la N 234 encontrarás un desvío a la derecha que conduce a Murero por una de las carreteras más singulares del Camino del Cid. En descenso y atravesando un pinar nos topamos con un inusual museo al aire libre: el barranco de Valdemiedes, un yacimiento del Cámbrico (hace 500 millones de años) cuyos "tatuajes" fosilizados en la piedra desvelan la vida de aquel periodo geológico. Sin tráfico.

Esta sencilla carretera provincial discurre junto al río Gallo por un paraje apacible, en pleno Parque Natural del Alto Tajo. Resulta muy agradable para el cicloturista que sale desde Molina de Aragón,  ya que si bien es estrecha y parcheada, apenas tiene tráfico entre semana y su perfil es plano, en ligero descenso. A su paso se detiene en el Santuario gótico - renacentista de la Virgen de la Hoz, custodiado por altos y llamativos farallones producto de la erosión que en ocasiones  crea extrañas "alucinaciones" de piedra.

  •  A 1512 entre Orihuela del Tremedal y Bronchales (15 km). Teruel

Esta carretera discurre por el espacio natural de los Tremedales de Orihuela. Parte de Orihuela del Tremedal en dirección a Griegos y Noguera de Albarracín para luego desviarse hacia Bronchales por un camino asfaltado. Se trata de un repecho continuo por un bosque denso de pinos y rebollos donde puedes ver tremedales (turberas) y los famosos ríos de piedra. Una gozada de carretera con escaso tráfico y muy atractiva para los cicloturistas, aunque el ascenso continuado hará sudar a más de uno.

 

Señalización y estado del Camino

  • Las carreteras están señalizadas en cruces y puntos estratégicos.
  • La ruta recorre en general carreteras agradables, y algunas muy singulares, para el cicloturista. Aunque discurre en dos tramos por la N-234 y N-211, estas poseen arcén y no revisten dificultades especiales. Es precisamente en las carreteras secundarias y sin tráfico que vas a recorrer donde debes extremar las precauciones, dado que es fácil confiarse y tomar, por ejemplo en las bajadas, curvas más abiertas de lo recomendable.
  • Si vas a viajar, te recomendamos nuestro visor cartográfico: la casilla Alertas en Ruta te muestra las incidencias  más importantes que puedes encontrar en el camino: vegetación alta, pasos interrumpidos, obras en carreteras, señales caídas o desaparecidas y cualquier otro obstáculo del que necesitas ser advertido.

 

 Consejos y recomendaciones

  • Longitud de las etapas: lo ideal es que cada uno defina sus etapas de acuerdo a sus fuerzas y aficiones personales: hay quien prima el aspecto deportivo, la dimensión cultural del viaje o el simple placer sensitivo de disfrutar con lentitud de paisajes y situaciones. Las etapas que planteamos son una mezcla de todo esto, y están pensadas para que un cicloturista medio en condiciones climatológicas estables pueda disfrutar con calma del itinerario.
  • Víveres y repuestos. Uno de los grandes alicientes del Camino del Cid es que discurre en su mayor parte por lugares muy atractivos pero muy poco poblados: muchos pueblecitos son muy pequeños y no tienen tiendas de comestibles. Es muy importante que, salvo que hayas planificado comer en un bar o restaurante, lleves algo de comida en tus alforjas (bocadillo, frutos secos, barritas energéticas...) que puedan ayudarte a salir de un apuro. No olvides tampoco llevar agua. En la mayoría de los pueblos hay fuentes: no olvides rellenar tu depósito antes de abandonarlos. Y lo mismo con los repuestos de bicis: no olvides llevar un kit de reparación en ruta: cuanto más completo sea más tranquilo viajarás. Si llevas móvil, no olvides salir con la batería a tope.
  • Reserva con antelación tu alojamiento. Reserva tu alojamiento en el fin de etapa con antelación, y si cambias de final comprueba que hay alojamiento o punto de acogida en ese punto.
  • No olvides el casco: legalmente es obligatorio para los adultos en todos los tramos de carretera fuera de la ciudad y para los menores de 16 años es obligatorio en todo momento. 
  • Consigue tu salvoconducto. El salvoconducto es un "pasaporte" personalizado que puedes sellar en muchas localidades del Camino del Cid. Con él puedes obtener descuentos mínimos de un 10 % en más de 200 alojamientos y beneficiarte de ofertas promocionales. Es gratuito y se solicita en cualquiera de las más de 70 oficinas de turismo de la ruta o en el Consorcio Camino del Cid.
  • Tu guía literaria. Parece un peso innecesario, pero para muchos es una guía imprescindible: no olvides llevar un Cantar de mío Cid; podrás recrear in situ algunos de sus pasajes. ¡Es preferible que utilices una edición modernizada!

Cómo llegar... y volver

Para conocer los diferentes transportes hasta Calatayud, pincha en la información del municipio.

Para conocer los transportes en Cella pincha en la información sobre el municipio. Algunos viajeros prolongan su viaje una etapa más hasta Teruel, a 27 km, importante nudo de comunicaciones. Para conocer los diferentes transportes en Teruel, pincha en la información del municipio.

 Rev. ALC: 29.01.18

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