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Olocau: La estrategia del Cid
Cuenta la leyenda que el castillo de Olocau se conquistó de noche con un gran rebaño de cabras con velas encendidas en los cuernos, que azuzadas por el Cid y los suyos, trepaban montaña arriba con rapidez, haciendo ruido y con las velas encendidas. Esto hizo creer a los musulmanes que un gran ejército les atacaba y se rindieron a los cristianos. Si quieres saber el lugar exacto en el que se encuentra el castillo de Olocau, pincha aquí.
Olocau, Valencia.
Valencia: Las leyendas de la conquista
Valencia fue conquistada por el Cid en el año 1094. Históricamente, tras varios intentos frustrados de conquistarla al asalto, la ciudad cayó después de un duro asedio de seis meses. Son varias las leyendas que giran en torno a este acontecimiento. Tras el asedio, el hambre se había adueñado de los habitantes de la ciudad. Rodrigo decidió lanzar pan sobre ella desde sus catapultas, lo que le permitió atravesar las murallas vitoreado por la población. También se cuenta que el Cid, herido en un brazo, dejó la marca de su sangre al cruzar por la puerta de la Torre del Ángel, junto a lo que hoy en día es la plaza de Beneyto y Coll. Si quieres saber el lugar exacto en el que se encuentra, pincha aquí.
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Valencia: El ceñidor de la Sultana
Rendida ya la ciudad de Valencia, el Cid sometió a un terrible tormento al cadí Ibn Yahhaf al haber apartado del poder y asesinado al rey Al-Qadir, su protegido, en 1092. Rodrigo lo condenó a muerte y el 1 de julio de 1095, Ibn Yahhaf fue enterrado hasta el pecho y quemado vivo, según recogen diversas fuentes. La tradición cuenta que el Cid, en realidad, quería saber dónde se encontraba una valiosísima joya: un ceñidor de la legendaria sultana Zobeida, esposa del sultán Harun-ar-Rashid y que Ibn Yahhaf había escondido. Si quieres más información pincha aquí.
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Valencia: ¿Murió aquí el Cid?
Según una tradición local, aquí estuvo emplazado el palacio de al-Qadir, el rey de Toledo designado por Alfonso VI para gobernar la ciudad de Valencia. Tras la conquista de la ciudad por el Cid, éste estableció aquí su residencia y no en el alcázar. El edificio - situado donde termina la actual calle Salvador (números 29 y 31) - se encontraba muy cerca de una de las puertas de la ciudad, la de al-Warraq, que comunicaba con un puente de madera que cruzaba el río Turia, navegable en esa zona. El puente sería sustituido a finales del siglo XIV por el actual puente de La Trinidad. Posiblemente la cercanía a una de las salidas de la ciudad amurallada contribuyera a la elección de este palacio. Además, esta salida comunicaba con el arrabal de Villanueva, en donde el Cid tenía, incluso después de haber conquistado Valencia, su cuartel general. Si esto es así, no sería muy aventurado pensar que fue aquí, donde murió, en 1099. La vivienda – conocida tradicionalmente como Casa o Palacio del Cid- aún conservaba en el siglo XVI su estructura primitiva; se cuenta que su propietario, el marqués de Moya, hizo cubrir los suelos con otras baldosas superpuestas para que nadie pudiera pisar donde lo había hecho el Cid. Si quieres saber el lugar exacto en el que se encuentra, pincha aquí.
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Valencia: Ganando batallas después de muerto
Gobernando ya la ciudad de Valencia, un numeroso ejército almorávide, comandado por el emperador Yusuf I de Marruecos, se plantó a las puertas de la ciudad. El Cid se enfrentó a él y cuando creía haberlos vencido, una flecha le atravesó la espalda. En lugar de extraerla, descansar y así recuperarse, el Cid decidió que la rompieran, quedando parte dentro del cuerpo lo que, sin lugar a dudas, aceleraría su muerte. Antes de comunicar su decisión, ordenó al rey de Valencia, al-Qadir y a su esposa, Jimena, que cuando hubiera muerto atasen su cadáver al caballo – Babieca - con su lanza y sus ropas de guerrero. Bien atado para evitar la caída, su ejército se dispuso a seguirle en el combate vitoreando a su líder, al que creían muerto. Fue tal el terror que causó su aparición que cuenta la leyenda que los soldados almorávides huyeron despavoridos. Si quieres más información pincha aquí.
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Otras leyendas y tradiciones fuera del Camino del Cid
Requena: La boda y la afrenta de las hijas del Cid
La tradición sitúa la boda de las hijas del Cid en Requena, en la ermita de Santa Cruz. También la afrenta sufrida a manos de sus esposos se sitúa en esta localidad, en el bosque del Carrascal, que atraviesa el camino que une Requena con Utiel. La tradición narra que fue Álvar Fáñez quien las liberó, llevándolas de nuevo junto a su padre, a Valencia, quien juró que vengaría la Afrenta matando a los condes.
Requena: El Palacio del Cid
Varios historiadores sitúan al Cid en Requena entre junio y octubre de 1089. Fue en este lugar donde el Cid recibió la comunicación del rey, Alfonso VI, para que fuese con él a socorrer el castillo de Aledo. El Cid, dispuesto a obedecer el mandato, abandonó Requena para dirigirse a Xàtiva donde una nueva carta del rey mandaba a Rodrigo que le esperase en Villena (Alicante), pues por allí pasaría seguramente. En cualquier caso, hoy en Requena, en la calle Somera, se encuentra el Palacio del Cid, una construcción del siglo XV que se levantó sobre otro solar que, según la tradición, fue residencia del Cid Campeador.
Rev. PAB: 11.02.2020