Monasterio medieval del siglo XIII perfectamente integrado en la trama urbana de la ciudad y cuya primera piedra fue colocada por el mismo rey Jaime I. De la época gótica todavía se conserva su claustro, el refectorio o la fachada de la iglesia. El claustro es una obra de finales del siglo XV con dos plantas que conviven en perfecta armonía estética. El llamado claustro bajo cuenta con arcos apuntados, forma irregular –ocho arcadas en los lados mayores y siete en las menores- y bóvedas de crucería simple. El claustro alto se caracteriza por sus columnas ochavadas de piedra que sustentan una techumbre de madera. En el ángulo sureste se puede apreciar el sepulcro de doña María de Castilla, reconocible por los tres escudos coronados con las armas de Aragón, Sicilia y Castilla. Desde el claustro se puede acceder al refectorio del siglo XV, un espacio de planta rectangular y dividido por cinco tramos de arcos fajones con el anagrama de cristo JHS decorando las claves de la bóveda.
Finalmente, la fachada de la iglesia destaca como magnífico ejemplo de gótico flamígero facturado con sillería y tapial cuya decoración evoca la de la Lonja de la ciudad.
Visita: Con entrada, consultar horarios y precios en el Convento de Santo Domingo.
Rev. PAB: 21.08.17