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Anillo de Gallocanta

ZARAGOZA - TERUEL
Recorrido:Desde Daroca (Zaragoza) hasta Daroca (Zaragoza)
Jornadas:2 días
49.4 KM
Camino del Cid
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Senderismo por el Anillo de Gallocanta 

  • Recorrido: circular, Daroca - Daroca.
  • Provincias: Zaragoza y Teruel.
  • Kilómetros: 49 km aprox.
  • Jornadas recomendadas: días.
  • Dificultad: Baja - media. 

 Qué información sobre esta ruta puedes descargarte en esta página  

Recuerda que en las Oficinas de Turismo del Camino del Cid podrás obtener de forma gratuita más información sobre cada ruta: incluyendo los folletos y el salvoconducto.

 

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La app es gratuita, se actualiza diariamente y no requiere registro. También funciona en entornos sin cobertura; por eso, durante la instalación y cuando la enciendas por primera vez, dependiendo de tu conexión podrías tardar unos minutos en tenerla activa. ¡Ten paciencia porque vale la pena!.

  

Argumento: tras las huellas del Cid

Este pequeño pero intenso anillo comienza en Daroca. Sabemos que el Cid histórico acampó durante varios días en esta ciudad en 1090, y que allí firmó un acuerdo con el conde catalán Berenguer Ramón II, a quien había derrotado poco antes en el Maestrazgo. El Cantar de mío Cid, a su vez, también se refiere a Daroca y afirma, con poco fundamento histórico, que la ciudad tributaba al Campeador, quien había sojuzgado con sus hombres toda la zona.

Para imponer su ley, el Cid, siempre según el Cantar, estableció varios campamentos desde los que lanzaba sus algaras. Uno de ellos, el más conocido, lo situó en El Poyo del Cid (Teruel). El otro, en Allucant. No se sabe con exactitud dónde se encuentra este lugar, aunque algunos estudiosos opinan que se trata de Gallocanta, población que era conocida como Allucant en el siglo XIII. Esta posibilidad nos abre las puertas a una ruta circular muy atractiva y de gran valor histórico y ecológico, ideal para un fin de semana.

 

El viaje: qué vas a encontrar

La Naturaleza es la gran protagonista de esta ruta que, partiendo de Daroca,  atraviesa la bonita Sierra de Santa Cruz por caminos rurales de buen firme hasta llegar a Gallocanta.

La laguna de Gallocanta es un impresionante sistema lagunar jalonado de pequeños pueblecitos. Es una de las lagunas saladas más extensas de Europa Occidental y posee una gran diversidad biológica. Este ecosistema acoge cada invierno a miles de grullas y otras aves migratorias que se detienen aquí en sus viajes entre el norte de Europa y África. Se trata de un espectáculo natural de primer orden que, junto al buen número de aves acuáticas, esteparias y rapaces que alberga (más de doscientas especies), convierten a Gallocanta en uno de los paraísos ornitológicos de Europa.

La historia de esta zona es muy interesante: los asentamientos humanos documentados en la zona se remontan a unos 4.000 años. La zona es fértil, las aguas de la laguna tienen concentraciones salinas superiores a las del mar, por lo que hubo desde la antigüedad explotaciones de sal y también mineras, de hierro, que requerían una gran cantidad de leña, lo que provocaría la deforestación del territorio y la irrupción de los cultivos y zonas de pasto. Se trata de una tierra rica protegida por sierras con dos pasos naturales importantes hacia el valle del Jiloca y Molina de Aragón. Las poblaciones, desde la antigüedad, estaban fuertemente defendidas; esto explica la densidad de castillos existentes: Santed, Gallocanta (apenas vestigios), Berrueco, Tornos... La mayor parte son de origen medieval pero se asientan sobre restos más antiguos.

El regreso, coincidente en el último tramo, nos devuelve a Daroca. Esta ciudad monumental fue fundada por árabes yemeníes en el siglo VIII. Tras cruzar sus imponentes murallas, el viajero se siente trasladado a otra época. Daroca posee un rico y variado patrimonio artístico tan extenso como su historia. Para conocer sus secretos lo mejor es callejear y perderse por sus pasadizos, patios y rincones. El pasado islámico también se deja notar en su gastronomía, y especialmente en su repostería, donde sobresalen las trenzas mudéjares o las almojábanas.

 

 Señalización y estado del Camino

  •  El camino está señalizado con rayas roja y blanca (Sendero de Gran Recorrido), y rayas blanca y amarilla (Sendero de Pequeño Recorrido). Tanto en los mapas como en las topoguías se indica el tipo de señalización que vas a encontrar. También encontrarás paneles indicativos en los principios y finales de etapa así como postes con flechas indicativas y balizas.
  • Si vas a viajar, te recomendamos nuestro visor cartográfico: la casilla Alertas en Ruta te muestra las incidencias  más importantes que puedes encontrar en el camino: vegetación alta, pasos interrumpidos, obras en carreteras, señales caídas o desaparecidas y cualquier otro obstáculo del que necesitas ser advertido.

 

Consejos y recomendaciones

  • Se trata de un anillo senderista ideal para cualquier época del año, también en invierno ya que el espectáculo de las grullas compensa con creces las bajas temperaturas. Vayas cuando vayas, te recomendamos que salgas de amanecida a pasear por las lagunas.
  • Viaja tranquilo y seguro: lleva contigo los tracks y la topoguía. La ruta está señalizada y todos los años hacemos labores de mantenimiento, aunque siempre pueden desaparecer señales (por accidente, climatología, vandalismo) y en ese caso, sobre todo en el monte, el recurso del track y la topoguía es importante. El mayor problema de orientación puedes encontrarlo dentro de los pueblos: aunque hemos señalizado internamente muchos de ellos, no lo están todos, y aunque sí lo estén puede suceder que no veas las marcas y en consecuencia no encuentres la salida con facilidad. Lo mejor es, desde luego, preguntar a los vecinos y llevar contigo los tracks o la topoguía, donde aparecen las indicaciones oportunas para seguir ruta.
  • Víveres y repuestos. Uno de los grandes alicientes del Camino del Cid es que discurre en su mayor parte por lugares muy atractivos pero muy poco poblados: muchos pueblecitos son muy pequeños y no tienen tiendas de comestibles. Es muy importante que, salvo que hayas planificado comer en un bar o restaurante, lleves algo de comida en tu mochila (bocadillo, frutos secos, barritas energéticas...) que puedan ayudarte a salir de un apuro. No olvides tampoco llevar agua. En la mayoría de los pueblos hay fuentes: no olvides rellenar tu depósito antes de abandonarlos.
  • Reserva con antelación tu alojamiento, especialmente si viajas en invierno, durante la temporada alta de grullas.
  • Consigue tu salvoconducto. El salvoconducto es un "pasaporte" personalizado que puedes sellar en muchas localidades del Camino del Cid. Con él puedes obtener descuentos mínimos de un 10 % en más de 200 alojamientos y beneficiarte de ofertas promocionales. Es gratuito y se solicita en cualquiera de las más de 90 oficinas de turismo de la ruta o en el Consorcio Camino del Cid.
  • Tu guía literaria. Parece un peso innecesario, pero para muchos es una guía imprescindible: no olvides llevar un Cantar de mío Cid; podrás recrear in situ algunos de sus pasajes. ¡Si tu castellano antiguo flojea es preferible una edición modernizada!
  • Y no hace falta decirlo pero... respeta la señalización que te encuentres: dañar, tirar o cambiar una señal significa que los que vayan detrás de ti podrían perderse.

Rev. ALC: 08.04.19

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