Castejón de Tornos (Teruel)
Qué ver y hacer en Castejón de Tornos
Castejón de Tornos es un municipio turolense situado en las estribaciones meridionales de la Sierra de Santa Cruz muy próximo a la laguna de Gallocanta y que administrativamente pertenece a la Comarca del Jiloca. La población se ubica en un pequeño valle interior relleno de acumulaciones cuaternarias, que forma un inmenso mosaico ininterrumpido de parcelas cultivadas. En las márgenes de la llanura y zonas menos accesibles aparecen cubiertas de monte bajo que lentamente van transformándose de manera natural en bosques abiertos. En la lejanía, sobre los relieves alomados de la sierra se aprecian extensas manchas boscosas de carrascas, pinares y marojales.
A pesar del rigor del clima y la altitud (1.090 m), el entorno de Castejón de Tornos ha sido poblado desde la antigüedad como lo demuestran los restos de cerámica ibérica encontrados en un cerro del entorno. Sin embargo los primeros documentos que hacen referencia a la población se remontan al año 1205 tras la reconquista, formando parte de la Comunidad de Aldeas de Daroca, sexma de Gallocanta, a la que pertenecerá hasta su disolución en el siglo XIX.
Su caserío se extiende sobre un pequeño cerro que preside la llanura cultivada. Sus calles estrechas y retorcidas se estructuran en torno a la calle mayor que cruza la población. El paisaje urbano está muy transformado, conviviendo edificios de tapial y mampostería, con muros de ladrillo y bloque de hormigón. La iglesia de la Asunción es el edificio de mayor porte e interés de la población. Está fabricado en mampostería, con materiales del entorno que le aportan un cromatismo muy singular que compensa la sobriedad de la construcción. Cuenta con una torre que por sus características debió de formar parte de un enclave defensivo anterior (siglo XIII) del cual posiblemente derive el nombre de la población.
En los alrededores de la población, en el arranque de los antiguos caminos, el viajero del Camino del Cid encontrará numerosos peirones a los que poder encomendar su protección antes de reemprender el viaje.