Castillo en otro tiempo de grandes dimensiones e importancia estratégica que se encuentra aupado en una de las estribaciones de la Sierra de Orihuela, con excelentes vistas sobre la margen izquierda del Segura y el valle de Orihuela. Su importancia en el pasado todavía puede intuirse a través de los numerosos restos que existen de sus murallas y torres.
La alcazaba principal constaba de tres torreones y el recinto amurallado se completaba con otras cinco estructuras defensivas. De casi todas ellas (y de otras estructuras como un aljibe) se pueden adivinar sus trazas en la actualidad. Sus orígenes se cimentan en algún momento de la Alta Edad Media pues existen documentos escritos que ya hablan de su existencia en tiempos de Teodomiro y la conquista musulmana de la península.
Tras la conquista cristiana, el castillo siguió siendo utilizado como fortaleza en casi todas las contiendas importantes hasta que una explosión en el polvorín durante la Guerra de Sucesión lo destruyó en su casi totalidad. El terremoto acontecido en 1829 contribuyó a enterrar casi por completo sus propósitos defensivos, iniciándose un período de decadencia y olvido que llega hasta nuestros días.
El ascenso al castillo de Orihuela bien podría rubricar el final del viaje por el Camino del Cid, en algunos casos iniciado 2.000 km atrás, en Vivar del Cid. Las vistas desde el castillo ofrecen un paisaje muy diferente del castellano en el que se crió Rodrigo y amplían, al compararse, la perspectiva sobre este personaje. No sabemos si el Cid llegó a cabalgar hasta Orihuela (sí sabemos que estuvo en la taifa de Denia, a la que pertenecía Orihuela, y a la que saqueó sin miramientos). La razón de ser de Orihuela en este itinerario es el hecho de ser el punto más meridional al que llegó la influencia de Rodrigo, y es por ello un buen lugar donde finalizar el viaje. La historia se remonta a 1090: tras su victoria en el Pinar de Tévar sobre el conde catalán Berenguer Ramón II, el Cid obtuvo de este un amplio protectorado que se extendía desde Tortosa hasta Orihuela, del que recibía importantes parias que hicieron del Cid, al menos circunstancialmente, un hombre rico.
Visita: Libre.
Rev. ALC:16.07.2021