Ejemplo claro de una de las torres autosuficientes de la red defensiva que ocupó el litoral valenciano –esencialmente en las zonas rocosas- para proteger a la población de los ataques y saqueos por mar. La de Burriana fue construida en el siglo XVI gracias a los impuestos que gravaban la seda y todavía conserva el pozo que servía como abastecimiento de agua. Tiene planta cuadrada, fue construida a finales del siglo XVI sobre, se supone, una estructura anterior, mide unos 14 metros de altura y se divide en dos plantas: la baja, cubierta con una bóveda de cañón (y utilizada como establo) y accesible desde una puerta dovelada de dintel horizontal y, la segunda, en la que destacan sus ventanas saeteras. Una curiosidad: en la cara sur se conserva una antigua puerta cegada con un dintel lobulado de estilo mudéjar, seguramente reciclado de una construcción previa.
Visita: Interior no visitable.
Rev. PAB: 18.08.17