Imponente palacete medieval del siglo XIV en el que nació San Francisco de Borja, uno de los edificios civiles más valiosos de la antigua Corona de Aragón. A pesar de las numerosas modificaciones sufridas a lo largo del tiempo, todavía se conservan muchas de sus señas de identidad góticas. Por ejemplo, en la fachada de mampostería recubierta con mortero de cal y arena pueden apreciarse la portada adovelada de medio punto y el escudo de armas de la familia tallado en piedra. Una vez cruzado este acceso se accede al impresionante patio de armas a través de un arco escarzano cubierto por techumbre de madera decorada con nácar y hueso. En el patio, el elemento arquitectónico más destacado es, sin duda, la escalera señorial de forma trapezoidal.
La primera planta acoge la habitación natal de San Francisco de Borja en la que todavía se conserva un pavimento cerámico de azulejos blancos y azules fechado en el siglo XV. En el aposento de la Torrecilla hallaríamos otro suelo anterior en el tiempo al ya citado con hermosas composiciones hexagonales.
En la planta segunda se encuentra el salón de Coronas, remodelado casi por completo en el siglo XV y acaso la principal joya del palacio junto a la Galería Dorada del siglo XVIII. El primero es una estancia cubierta por un magistral artesonado decorado con doble corona, con restos de azulejos de los alfares de Triana en una de las paredes y la Santa Capilla en la que rezó San Francisco de Borja.
Visita: Con entrada, consultar horarios y precios en el Palau Ducal dels Borja.
Rev. PAB: 22.08.17