Escasos restos, dispersos por la villa, de la antigua muralla medieval iniciada en el siglo IX y posteriormente reforzada y modificada por árabes y cristianos. Originalmente la muralla descendía por las laderas del castillo hasta abrazar y proteger la parte antigua de la villa, alternando los lienzos con torreones defensivos –cuadrangulares y semicirculares- y puertas de acceso. La muralla tenía forma pentagonal.
Los restos más significativos serían los del torreón de la puerta del Rastro (reconocible por el blasón del siglo XVI del marqués de Villena y Conde de San Esteban); los del torreón de la calle Posadillas, con piedra de sillería laboriosamente trabajada; los del cubo de la puerta de San Gregorio o los restos de la calle Pescadores.
En la plaza Mayor se ubica el arco de la villa o Puerta de Castilla, el principal acceso en tiempos medievales que conectaba el corazón de San Esteban con el puente sobre el río Duero. Puede reconocerse por el escudo que hay en la parte interior, con los blasones de don Diego I López Pacheco el Grande, V conde de San Esteban de Gormaz (1501-1529).
Visita: Libre.
Rev. ALC: 21.04.2020