Las hoces del Tajuña son un paisaje de excepcional belleza y valor ecológico que se localizan a lo largo de los cerca de 11 kilómetros que recorre el río Tajuña serpenteando entre las poblaciones de Anguita y Luzón, muy próximo a su lugar de nacimiento en Maranchón. A mitad del recorrido el río describe unas curvas imposibles que dan lugar a cavidades y formaciones singulares excavadas en la roca.
El curso del río, sin apenas pendiente, define con su lento deambular el límite entre la paramera calcárea de Maranchón (al norte del río) y los materiales silíceos más antiguos (al sur del río), formados por conglomerados y areniscas rojizas. Esta dicotomía la observaremos también en los materiales constructivos de las dos poblaciones, donde la arenisca roja y la roca caliza comparten también allí su protagonismo.
En el tramo central, donde el río se encajona formando las hoces, el fondo del valle está ocupado por una densa vegetación de ribera con sotos y choperas, quedando los cultivos relegados únicamente a aquellos tramos donde el valle se abre, próximo a las poblaciones.
- Acceso con vehículos: no es accesible por carretera asfaltada. Sin embargo es posible realizar todo el recorrido entre Anguita y Luzón por el cañón del río Tajuña siguiendo un camino de tierra de buen firme apto para todo tipo de vehículos (el firme puede encontrarse embarrado en época de lluvias) de 11 km.
- Accesible a personas con movilidad reducida: no cuenta con infraestructuras para personas con movilidad reducida.
- Figura de protección: está integrado dentro de la ZEPA ES0000094 y el ZEC ES4240017 denominados “Parameras de Maranchón, hoz del Mesa y Aragoncillo.
- Temporalidad: recomendamos la visita en primavera y otoño.
- Recomendaciones, qué ver o hacer: merece la pena la visita a las poblaciones de Anguita y Luzón que han sabido conservar intacta al paso del tiempo parte de su identidad.
Rev. PAB: 23.02.22