Javier Pérez Andrés: Burgos no tendrá su oferta cultural completa hasta que no haga del Cid un producto turístico
Patricia Ansótegui
Estoy sentada en la redacción de ARGI, la revista que Javier Pérez Andrés creó en 2007 con el objetivo de informar, entretener, emocionar y contribuir a hacer región: Castilla y León, la comunidad que le vio nacer y por la que se lleva peleando prácticamente veinte años. Me hace esperar. Le oigo que atiende una llamada. Me entretengo observando la pared que está frente a mí. Cuento más de un centenar de placas, diplomas, imágenes y esculturas que reconocen y acreditan el trabajo de este experto en vino, turismo, gastronomía y desarrollo rural. Me consta que no le gusta la definición de "experto". Estoy convencida que quedará más satisfecho si hablamos de él como un periodista de campo que hace región con la información que ofrece. Al fin llega, enciende un cigarrillo y comenzamos a hablar de un sector en el que se mueve como pez en el agua.
Recientemente has estado en Fitur, tampoco te has perdido Madrid Fusión, el último número de Argi está calentito, continuas preparando tus intervenciones para diferentes medios de comunicación... lo tuyo es un no parar...
El trabajo que realizo en los medios de comunicación sobre turismo y agroalimentación - con un apellido que es Castilla y León - me obliga a estar permanentemente en la actualidad de la geografía, algo imposible por otro lado dada la cantidad de información que generan tanto el sector turístico como el agroalimentario.
Ofrecer información de una comunidad como Castilla y León que integra nueve provincias debe resultar, en ocasiones, complicado
Piensa en todas las variantes que ofrece el sector turístico: naturaleza, cultura, historia, patrimonio, folclore, antropología, fiestas y también en las varillas del arco alimentario que, además, se desparraman por toda Castilla y León. En esta comunidad hablamos desde la mantequilla de Soria en el valle del rio Razón en Valdeavellano de Tera hasta la morcilla de Burgos terminando por el Botillo del Bierzo o el queso de cabra del Valle del Tiétar... ¿Qué cómo se hace?, manteniendo un buen archivo, organizándose muy bien las agendas e intentando ser fiel a mi trabajo. Hay que elegir muy bien, sortear las convocatorias y, sobre ese taifas, todo ese mosaico, todo ese abanico lleno de varillas, intentar estar enterado de todo para poder contarlo.
Si un sector tan amplio sigue generando información es porque, aún en época de crisis, se siguen haciendo cosas ¿de qué forma está afectando la situación económica al sector turístico y agroalimentario?
El sector está en crisis, España está en crisis, esto es un barco que se ha parado y que no arranca desde hace dos años. El problema es que no sólo se han enfriado los presupuestos, también se han enfriado las ilusiones, los emprendedores, los creativos ¡se ha enfriado todo!. De una lava incandescente de una región que reclamaba un hueco en el turismo, que resucitaba a sus muertos, a sus personajes históricos, a sus efemérides, a sus montañas, a sus ríos, a sus buitres leonados... hemos pasado a pararlo todo.
A pesar del panorama un tanto desolador, quizás, podemos extraer algo positivo...
Sin duda. Lo bueno es todo lo que ya habíamos resucitado. Habíamos conseguido convertir las cabras en leche y la leche en queso. Habíamos puesto en valor un montón de recursos pero hoy estamos en un impasse en el que no hemos perdido pero en el que, como te digo, está todo parado
Para practicar esas... resurrecciones... se ha invertido mucho dinero. En tu opinión ¿demasiado?
Yo no soy quien para opinar pero a Castilla y León le caracteriza una gran diversidad. Por citar un ejemplo Burgos es la provincia con más núcleos de población de toda Europa. Esta región tiene más de ¡cincuenta comarcas!. Gracias a las inversiones que se han realizado hemos conocido que existe la Moraña, Sanabria, La Carballeda, Merindades, la Sierra de la Demanda, la Ribera del Duero... Todos los pueblos han invertido en turismo, a través de la Fundación Patrimonio, a través de las instituciones, de las diputaciones, de la obra social de las cajas de ahorro que, por cierto, ¡habrá que ver ahora donde va!.
¿Justificas, por tanto, todas las inversiones y los trabajos que se han realizado hasta la fecha?
Se han hecho buenas inversiones. Hace quince años el turismo era un coche y ahora es un sector. Hace quince años un departamento de cultura organizaba una acción cultural pero ahora se va más allá. Castilla y León es un territorio que tiene el 52 por ciento de los Bienes de Interés Cultural de España, en las demarcaciones de las nueve provincias se urdió la historia de España, la de América y parte de la de Europa. En el sector agroalimentario somos de los más ricos, desde la huerta hasta las carnes somos líderes. Si pones un dedo en el mapa - aunque seguramente muchos se perderían nada más ponerlo ya que creerían que están en Honolulu o en Kuwait porque, desgraciadamente, somos pocos los que conocemos la región en la que vivimos - podemos encontrar iglesias románicas que se han rehabilitado, retablos que se han restaurado, dos senderos de valor ecológico que se han señalizado, zonas de espacios naturales que se han salvado, fiestas tradicionales que están en el calendario, pequeñas industrias tradicionales que han tirado de lo poco que nos queda de la agricultura y de la ganadería, hoteles rurales y alojamientos a la altura de lo más novedoso, restaurantes que hacen una buena cocina... Los ayuntamientos, sin ir más lejos, han incorporado a un agente de desarrollo rural y a un concejal que lleva el área de turismo. Antes eso no existía y se han hecho bien las cosas.
El Camino del Cid: Un proyecto que "encaja"
Hablas de la diversidad de Castilla y León algo que, de igual forma, caracteriza al Camino del Cid, un itinerario que atraviesa ocho provincias y cuatro comunidades autónomas...
El Camino del Cid ha hecho algo que no hacen el resto de las varillas del abanico. Por ejemplo, cuando hablamos de espacios naturales todo el mundo me habla de Doñana y de las Tablas de Daimiel. A mí me gusta hablar de Doñana pero me gusta ligarlas a las lagunas de la Nava, a Villafáfila, a Boada, a las lagunas de Cantalejo. Me gusta hacerlo porque el patrimonio natural ya no es una región, es una nación que es de toda la humanidad. El Camino del Cid es magnífico, encaja perfectamente en ese proyecto que trasciende las fronteras provinciales y que recupera culturalmente hechos históricos más o menos documentados sobre una figura de un personaje que forma parte de la historia de Europa y de España. El Camino del Cid está bien orquestado. Lo importante es que las cabeceras lo tengan claro.
¿En qué sentido?
Si Roncesvalles no tuviera claro el Camino de Santiago y Santiago no tuviera claro el Camino tendríamos serios problemas... si Valencia, que es la que capitaliza una parte de los hechos históricos que protagoniza el Cid, y Burgos, capital cidiana por antonomasia, lo tienen claro... la idea es buena. Hay que inyectarle más al Camino del Cid para que sea más conocido y convertirlo, irremediablemente, en un producto turístico. Hay que ubicar en el mapa todos aquellos lugares en lo que haya un hecho histórico vinculado al Cid aunque creo que el Camino del Cid nunca va a ser un Camino de Santiago. Jamás.
Ni se pretende...
Lo sé, ni se pretende, ya lo sé.
Recientemente el Camino del Cid ha incorporado a su promoción más de 600 inmuebles de naturaleza medieval que se encuentran a lo largo del recorrido. ¿De qué forma crees que esta información puede ayudar a vender la ruta?
Desempolvar el Camino del Cid ha permitido desempolvar unas huellas que pueden hacer más atractivas las visitas. No sólo se trata de vivir el hecho histórico de "por aquí pasó el Cid o aquí durmió". Hace unos 40 años, con el asfalto, se murieron los viejos caminos y, con ellos, muchas otras cosas pero gracias al turismo se ha ido tejiendo una telaraña de caminos históricos con valor natural, religioso, monumental que convierte a Castilla y León en una geografía llena. Aquí no hay 30 kilómetros sin un hecho histórico. Esa tela de araña hay que convertirla en el tejido cultural más importante del turismo de interior europeo.
El Camino del Cid está gestionado por ocho diputaciones provinciales ¿hasta qué punto ves necesaria la implicación de las comunidades autónomas en el proyecto?
Cuando fuimos conscientes de la importancia que para Castilla y León tenía el Camino de Santiago empezamos a potenciarlo y dio resultado ¿Con el Cid?, a Burgos y Soria nos interesa porque es una etapa de nuestra historia. Hay una parte de la Edad Media documentada donde tenemos elementos más que suficientes que identifican a ese personaje. El medievo, además, da muy buenos resultados. La figura del Cid tiene que estar presente.
Sin embargo parece que aún hay ciertos complejos en torno a la figura del Cid y, guste o no, es un burgalés conocido universalmente...
Yo no me atrevería a enmendarle la plana ni a Menéndez Pidal ni a nadie... pero creo que el Cid reúne una serie de valores que trascienden a la historia, es un personaje que acapara la atención. No pretendemos construir una sociedad a partir del Cid, ni dar una lección moral a las nuevas generaciones. Los complejos en este país hay que apartarlos en el sentido de que un hecho histórico nos pueden dar una gran rentabilidad desde un punto de vista turístico. Hollywood se ha centrado en el personaje, hay muchas novelas que hablan de su historia de amor, en definitiva, hay que quitarse esos complejos, fundamentalmente, las cabeceras del Camino del Cid. Burgos y Valencia.
Actualmente, ¿qué carencias detectas en el Camino?
Un señalización definida destinada para el viajero, una mayor dotación de información plástica más digerible para el público que se acerque. No me basta un cartel que me hable, por ejemplo, de San Esteban de Gormaz. Tiene que haber unas pequeñas aulas didácticas que expliquen, en la medida de lo posible, cual era la secuencia del Cid allí. Si hay que tener un museo más y pagar a un tío para que lo mantenga ¡adelante!. Si, por ejemplo, un día alguien quiere ir a un pequeño pueblo como Castillejo de Robledo atraído por la Afrenta de Corpes debe tener la oportunidad de conocer algo más de esa localidad, de la relación que guarda con el Cid. Hagamos algo pequeño, sin más, sin complicaciones y, por supuesto, Burgos no tendrá su oferta turística cultural completa hasta que no haga del Cid un producto turístico que lo podamos ver. Burgos se lo debe al Cid, es incomprensible que a estas alturas de la película cultural aún no lo tenga.
¿Y qué sugieres?
Burgos tiene enterrado al Cid, una ciudad donde se le ubica, un arco de Santa María que es la puerta de entrada a un patrimonio de la humanidad como es la catedral. Yo necesito un lugar en Burgos en el que me expliquen quién fue el Cid y otro en Valencia, en principio. No quiero macro proyectos como el Museo de la Evolución Humana, pero sí un mínimo.
A mi juicio, la candidatura de Burgos 2016 ha desaprovechado - al menos de momento - la fuerza y proyección internacional que tiene el personaje ¿qué opinión tienes al respecto?
Me remito a los complejos de los que te hablaba antes. Don Suero de Quiñones, en León, era un mercenario pero protagonizó un hecho histórico documentado en el Camino de Santiago, en Hospital de Órbigo. Hoy, allí, se hace una representación medieval histórica. Ése es un ejemplo magnífico. Nadie pone en duda que fuera un casquivano y un putero, posiblemente lo fuera, pero valoramos otros aspectos. Por otro lado, y partiendo de la premisa que soy periodista y no historiador, conviene mencionar otro personaje: Isabel la Católica. La teníamos arrinconada y hoy, medievalistas y la sociedad en general, la tienen el respecto que se merecía. Los complejos son increíbles, menos rasgarse las vestiduras y más valorar un personaje que, además, está en la literatura universal.
En este sentido, el Cid, además, cuenta con un valor añadido: el Cantar de mío Cid, una de las obras clásicas de la literatura europea.
Insisto en que una ruta histórica no pretende ser una lección de historia, aunque ese sea uno de sus cometidos. Hay que dejar a la sociedad que se exprese, que transgreda y que juegue con esa figura. El Cid es patrimonio de todos.
Por último, Javier ¿qué futuro le auguras al Camino?
Si no se le inyecta desde la propia Secretaria de Estado, ya que es un ruta nacional, si no se le apoya desde las ultimas instancias del turismo español quedarán solamente cuatro reductos que hayan sabido utilizar el Camino del Cid para una recreación, para una señalización o para una obra de teatro. Se perderá ese concepto de gran ruta. El Cid tiene que ocupar un lugar más. Está claro que no es Atapuerca pero tampoco es el museo etnográfico de un pueblo, el Cid es un hecho histórico que trasciende y que ocupa buena parte del territorio nacional.