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Gonzalo Martínez Díez: El Cid no era ningún mercenario, simplemente tenía que ganarse el pan

Gonzalo Martínez Díez en la Biblioteca del Monasterio de San Agustín de Burgos

Patricia Ansótegui

El medievalista y escritor Gonzalo Martnez DezEl medievalista y escritor Gonzalo Martnez DezSi en algo es tajante Gonzalo Martínez Díez es en la separación, a su juicio, determinante que hay que establecer entre el Cid histórico y legendario. Aún siendo de la opinión que la épica ha favorecido considerablemente la resonancia del Cid Campeador, considera que los hechos históricos, perfectamente avalados y documentados, sitúan a Rodrigo Díaz como uno de los personajes más importantes de la historia. Pero ¿cómo era realmente el Cid? ¿cuál era su personalidad? ¿existió la Jura de Santa Gadea? ¿cuáles fueron los verdaderos motivos del destierro?. Las respuestas nos las da este prolífico escritor de amabilidad exquisita y memoria envidiable.

- ¿Hasta qué punto es necesario distinguir entre el Cid histórico y el Cid legendario?
Es fundamental, son dos personajes totalmente diferentes uno es Rodrigo Díaz, el noble castellano y conquistador de Valencia y otro el Cid del Cantar, el de la Jura de Santa Gadea o el de las Cortes de Toledo. Muy poco tiene que ver el primero, el nacido hacia el año 1048 en el reinado de Fernando I y muerto en 1099 en el de Alfonso VI con el segundo, el Cid del Poema. En este sentido, no tenemos que olvidar que el Cantar de mío Cid - sobre el que se asienta el Camino del Cid - es una creación literaria.

- Habla del Camino del Cid. ¿Cree que la ruta puede ayudar a conocer mejor al personaje?
Sí, pero insisto en lo que mencionaba anteriormente. Está basado en el Cantar que aunque tenga algunos elementos históricos, no es propiamente el camino que siguió el Cid. Cuando fue desterrado por el rey por primera vez marchó primero a Cataluña, concretamente a Barcelona. Evidentemente pasaría por Zaragoza donde permaneció al servicio del rey moro cinco años, pero lo que es cierto es que no fue directamente a Valencia. Él iría después ya por su cuenta y sin estar al servicio ni de Al-Mutamin ni de Alfonso VI. Desde un punto de vista práctico basar el Camino del Cid en el Cantar está muy bien. Decirlo así deja a salvo la exactitud histórica y así nadie se puede atrever a impugnar el Camino.

- Ciñéndonos a la figura histórica del Cid llama la atención que existan tantas referencias de las, sin embargo, carecen otros personajes...
Las dos primeras biografías de España son la Historia Compostelana, que gira en torno al prelado Gelmírez y la Historia Roderici, sobre la figura del Cid. Ésta fue hecha sin duda, por alguien que le conoció o que al menos pudo hablar con sus compañeros y coger mil noticias de la boca de los que le habían acompañado. Esto no lo tiene ningún monarca y sin embargo sí lo tiene el Cid. La Historia Rodeciri nos sirve para hilar toda la documentación que existe en torno a su figura ya que ofrece datos cronológicos, personales... es muy próxima al Cid Campeador y aunque su veracidad y valor puede discutirse por si favorece al protagonista o no, creo que es un documento muy ceñido a la historia.

¿Qué otras fuentes históricas han ayudado a construir la figura del Cid?
El Carmen Campidoctoris aunque por el propio género literario que es - un poema - ofrece datos muy escasos. La otra gran fuente que hay es toda la diplomática existente en torno a la figura del Cid. Entre estos documentos destaca la Carta de Arras del Cid. En realidad, es un doble documento ya que recoge la Carta de Arras de la boda y un testamento recíproco de los esposos. Es muy curioso ya que el testamento deshereda a los hijos mientras viva el otro cónyuge. Sólo los hijos tendrán acceso a la herencia cuando no viva la segunda parte. En realidad fue la Carta de Arras la que incorporó al testamento en una época posterior.

Biografía del Campeador

Imagen del Cid en Vivar del Cid, BurgosImagen del Cid en Vivar del Cid, Burgos- Aunque tenemos esos datos biográficos que nos aporta la Historia Roderici aún hay muchas inexactitudes con respecto a la vida del Campeador. Por ejemplo, no podemos atribuirle un año exacto de nacimiento...
No hay ninguna indicación de la fecha de nacimiento del Cid, lo que se hacen son deducciones y propuestas de la fecha. Él que admite los elementos legendarios, por ejemplo todo lo que cuentan de que Fernando I le armó caballero, apuntan hacia una fecha. Los que creemos más bien en la otra historia del Cid - en la de los documentos - apuntamos más bien hacia otra. Por ejemplo, Menéndez Pidal, aficionado a recoger los elementos literarios, cree que el Cid pudo nacer hacia el año 1043. Yo, sin embargo, lo elevo al 1048. La Historia Rodeciri nos dice cómo el rey Sancho armó caballero al Cid y no Fernando I. Yo creo que el Cid es un paje que se educa junto a Sancho en la Corte y no un caballero que lucha junto a él. El Cid sí pudo acompañar a Sancho cuando éste decidió atacar al rey de Aragón pero dudo que interviniera en la batalla ya que, para hacerlo, debería tener, como mínimo, unos 17 años. El otro elemento que me hace descartar la fecha propuesta por Menéndez Pidal es la boda del Cid. Si le hace nacer en 1043 y se casa en el 1074 resulta que ha pasado más de 30 años soltero y en aquella época, en la que se vivía poco, entre 50 y 60 años - y eso los que podían comer - no termina de cuadrar. Creo que el Cid se casaría sobre los 24 años y ya era tarde en aquella sociedad. Que el Cid se casara con 31 y 32 años, insisto, no lo creo. De ser así podía haber enviudado hasta dos veces.

- ¿Y en cuánto a su lugar de nacimiento, nació realmente en Vivar (Burgos)?
Ninguna fuente indica en qué lugar nació. Lo único que tenemos es un privilegio de exención de impuestos que se otorgó a Vivar. El problema es que ese privilegio es falso. Lo que sí es cierto es que el Cantar le cita una y otra vez como Rodrigo Díaz de Vivar. Une continuamente esta localidad a su nombre. Es un dato elemental. Creo por lo tanto, que al no haber un argumento contrario, no hay nada que se oponga a que nació en Vivar.

- Hay autores que apuntan que en el linaje de Rodrigo Díaz figura uno de los dos Jueces de Castilla, Laín Calvo, ¿es comprobable este hecho?
La historia de los dos Jueces de Castilla, Laín Calvo y Nuño Rasura, es leyenda. Creo que, con eso, ya he dicho suficiente. La historia de los dos jueces se ha creado después del Cid de tal forma que fue utilizado el linaje del propio Campeador para colocar a Laín Calvo y no al revés.

- Sin embargo sí podemos afirmar que el padre del Cid fue Diego Laínez, quien tuvo un papel destacado en la Batalla de Atapuerca...
La Historia Roderici nos habla de la existencia de Diego Laínez. Me remito nuevamente a la biografía del Cid. En cuanto a su participación en la Batalla de Atapuerca es probable que estuviera y que recuperara los castillos de La Piedra y de Úrbel aunque no tenemos ninguna constancia de su participación en ella.

- ¿Y qué sabemos de la madre del Cid?
No conocemos ni su nombre. Parece que pudo llamarse Teresa pero las fuentes son tardías e insuficientes. Lo que sí se puede constatar es que el tío del Cid, hermano de su madre, era un gran personaje, al igual que su abuelo. Esto nos lleva a pensar que el linaje de la madre era aparentemente mucho más superior que el del padre lo cual no quiere decir que éste último no tuviera importancia. 

El Cid, Sancho II y Alfonso VI 

La Jura de Santa Gadea fue un hecho estrictamente literario, tal y como subraya Martnez DezLa Jura de Santa Gadea fue un hecho estrictamente literario, tal y como subraya Martnez Dez

- Viajemos al siglo XI, a la Corte del Rey Fernando I donde parece que se forjó esa amistad entre el Cid y el entonces Infante Sancho ¿una amistad que realmente existió?
Sí que hubo relación aunque no eran coetáneos. El Cid era menor que Sancho. Da la sensación de que el Cid se educó con él, probablemente en Burgos. Esto son todo suposiciones porque no tenemos ningún dato al respecto. Fernando I, al morir, dejó a Sancho la zona de Castilla por lo tanto es claro que representa la postura castellana y sería lógico que pasara su infancia en Burgos si su padre ya tenía en mente cómo iba a dividir el reino. En cuanto a la presencia del Cid en la Corte, en aquella época era frecuente, a las pocas semanas de nacimiento, entregar al niño a otra familia para que fuera educado.

Muere Fernando I y decide dividir el reino entre sus hijos dejando a Alfonso VI, León; a Sancho, Castilla; a García, Galicia y a Elvira y Urraca Toro y Zamora, respectivamente. Es entonces cuando comienza el enfrentamiento entre hermanos...
El reino nunca se había dividido hasta entonces por lo que es obvio que el hijo mayor, Sancho, se sintiera herido. Aunque no lo proclamara había que ser muy lerdo para no verlo. El padre impone esta división. Sancho decide no actuar hasta que muere su madre, doña Sancha y es entonces cuando inicia la guerra contra sus hermanos. Primero, y aliado con Alfonso, interviene contra su hermano García. Actúan juntos por lo que parece que no se llevaban tan mal. Aunque más bien lo que pesa en esa relación son los intereses políticos. García es hecho prisionero y enviado a Sevilla. Posteriormente, Sancho se enfrenta a su hermano Alfonso, es derrotado y enviado prisionero a Burgos. La hermana, Urraca, que le profesa un gran amor, intercede por Alfonso pidiéndole su liberación a Sancho. Éste accede y le envía a Toledo.

- ¿Y qué tiene de cierto el que Alfonso interviniera en la muerte de Sancho?
Es algo estrictamente literario. Los juglares tenían que cantar enfrentamientos porque eso gustaba. Cuando Sancho muere en Zamora, Alfonso estaba en Toledo por lo que no creo que pudiera tramar su muerte. Hay quienes echan la culpa a la otra hermana, a Urraca. Sí es cierto que ésta juega un papel importante. Por ejemplo, ella manda la noticia a Alfonso a Toledo de que Sancho ha muerto. Incluso, Alfonso deja Toledo y no va ni a León y mucho menos a Castilla sino a Zamora, con su hermana. Desde allí convoca a los nobles en León donde logra reunir a obispos y nobles en la Cámara Real para que le reconozcan como rey.

Entonces... ¿dónde situamos la Jura de Santa Gadea en la que el Cid hace jurar a Alfonso que no ha participado en la muerte de su hermano? 
En el imaginario popular. De hecho Alfonso VI es aclamado rey en León con la presencia de los castellanos así que la Jura se derrumba por sí sola ya que los castellanos, al asistir a la proclamación, reconocen a Alfonso como rey. El hecho de que el Cid no estuviera en ese encuentro es porque, como Alférez Real que era de Sancho, debió acompañar el cuerpo para enterrarlo en Oña, en  la provincia de Burgos. Alguien tenía que llevar el cuerpo y enarbolar la bandera.

El Destierro del Cid

Imagen de la fortaleza de Gormaz, en la provincia de Soria. En este entorno se pudieron dar los motivos que propiciaron el destierro del CidImagen de la fortaleza de Gormaz, en la provincia de Soria. En este entorno se pudieron dar los motivos que propiciaron el destierro del Cid- Si la muerte de Sancho no fue urdida por Alfonso VI ¿cuál fue el motivo del destierro del Cid?
Hay dos motivos muy claros. Alfonso delegó en el Cid el cobro de las parias de Sevilla. Fue como jefe de una de las comitivas. A su vez, envió al conde García Ordóñez a cobrar las de Granada cuyo rey moro, apoyado precisamente por los que habían ido a cobrar, decidieron atacar Sevilla. Es entonces cuando el Cid les pide que se retiren. Se burlan del Cid quien decide actuar militarmente con sus hombres y junto a los del rey moro de Sevilla. Tiene lugar una batalla en Cabra donde García Ordóñez es derrotado. Esta actuación - que supuso la enemistad del Cid con el Conde para toda la vida - fue desaprobada por el rey que, además, recibía constantes críticas sobre el Cid al que sus detractores le acusaban de ser un imprudente.

- ¿Y el segundo motivo?
Tiene que ver con la que arma en Gormaz. Alfonso VI marcha a visitar el reino de Toledo el cual es tributario suyo. El rey tiene un contacto continuo con su rey moro, Al-Mamún, al que pide tres castillos, uno al norte, otro al este y otro al oeste para poder defender la ciudad. Alfonso lo hace ante el rey moro de Badajoz, es su deber ya que, al fin y al cabo, Toledo paga parias y está bajo su protectorado. En el verano de 1081 el rey pide al Cid que le acompañe a Toledo para que intervenga en los asuntos que trata con Al-Mamún. El Cid se disculpa diciéndole que está enfermo y que no puede ir. Yo creo que sería verdad porque rechazar una invitación del rey sin motivo no tendría sentido. He aquí que una partida de moros entra en Gormaz sorprendiendo al pueblo y llevándose a todos los vecinos prisioneros. Esta noticia impresiona en Castilla y entonces el Cid, que ya habría sanado, dice "este malandrín me las pagará" y monta una hueste para tomar la represalia. El Cid se presenta en territorio moro volviendo con 7.000 cautivos, es una razia durísima. Los que estaban con el rey le hacen ver que lo que ha hecho el Cid ha sido un disparate, ha sido una actuación muy desproporcionada y que, incluso, ha puesto en peligro la propia vida de Alfonso ya que éste está tratando con los moros de Toledo y mientras el otro, tiene a 7.000 cautivos. Se produce una reacción inmediata en el rey: le dice que se vaya. Además, la frontera de Gormaz estaba enfrente de Toledo y de Zaragoza por lo que ¿quiénes eran los moros que habían entrado, eran de Toledo o de Zaragoza, eso no lo sabemos y probablemente ellos tampoco tendrían mucha noción.

- Por lo tanto es desterrado por una imprudencia...
Ese es el argumento principal, además del tema del cobro de las parias de Sevilla. Este primer destierro no lleva la consignación de los bienes por lo que doña Jimena se queda con todo el patrimonio y no se quedó con sus hijos en el monasterio de Cardeña sino en su casa. Algo lógico, por otra parte, ya que mantenía todas sus propiedades tanto las de Castilla como las que tenía en Asturias.

Aunque desterrado se produce un acercamiento entre el rey Alfonso y Rodrigo pero ¿quería realmente volver a Castilla?
Estuvo a punto de volver en el año 1082 cuando el Cid estaba al servicio del rey de la taifa de Zaragoza y, desde allí, tienden una trampa a Alfonso. Llega la noticia a Tudela, donde estaba el Cid que acude de inmediato para proteger al rey y a la comitiva real. El rey le recibe con todo agrado y organizan la vuelta a Castilla. Cabalgan juntos dos o tres días pero el Cid percibe que aún mantiene a los resabios que estaban contra él por lo que se despidió del rey y volvió a Zaragoza. Allí, el Cid lo tenía todo. Todo el pueblo, todos los moros, le aclamaban.

El Cid en Valencia

Valencia fue el gran objetivo del CidValencia fue el gran objetivo del Cid- El rey perdona finalmente al Cid pero es desterrado por segunda vez ¿por qué?
1085 es un año clave cuando los moros pierden Toledo. En todo el mundo musulmán sonó como una gran pérdida ya que lo sentían como algo propio. El rey está confiado pero hay una gran movilización de los almorávides que cruzan el estrecho y, aliados con todas las taifas, se dirigen a Aledo, le sitian y Alfonso pide socorro al Cid solicitándole que acuda a Aledo. Sin embargo el Cid no aparece. Él dice que sus vigías no le han dicho nada y, para demostrar su inocencia, hace los famosos cuatro juramentos que recoge la Historia Rodeciri. Al estilo de la época reta a quien diga lo contrario. Sin embargo el rey no le quiere escuchar y le destierra como traidor. Ahora es cuando le ocupa todos sus bienes pero llega a más ya que también apresan a doña Jimena y a los hijos. En aquel momento el Cid, desesperado, se queda sin nada, tiene que pagar a la mesnada y lo primero que hace es atacar el castillo de Denia para coger su tesoro. Luego se dirige a tierra de Valencia imponiendo un pago a todos los moros. El Cid llega a cobrar 144.000 monedas de oro. También Valencia se hace tributaria del Cid.

- Precisamente Valencia, su gran objetivo...
Sí y más desde el momento en el que no obedece a nadie y es libre. El Cid se convierte en Señor de Valencia, no quería volver a Castilla estando, como estaba, hasta las cejas para sujetar sus dominios en Levante. Además allí tenía todos sus intereses.

Alfonso y el Cid se reconcilian. Le son devueltos todos sus bienes en Castilla y aún así se queda en Valencia decidiendo no regresar...
Hay que dejar claro que aunque la ruptura con Alfonso es gravísima, el Cid nunca le niega. Una vez reconciliados Alfonso le devuelve todos sus bienes y propiedades en Castilla pero como digo a él no le interesa volver. Rodrigo es señor de Valencia. El Cid es el tercer rey de España, el primero es Alfonso, el segundo el almorávide, Yusuf ibn Tasufin y el tercero Rodrigo Díaz, el Cid quien muere en Valencia en el año 1099 y curiosamente en los mismos días en los que entran en Jerusalén los cruzados.

El Cid ¿un mercenario?

Para Gonzalo Martnez Dez el Cid fue el tercer gran hombre de la PennsulaPara Gonzalo Martnez Dez el Cid fue el tercer gran hombre de la Pennsula



 - Muerto el Cid comienza la leyenda. Aparecen defensores y detractores del personaje ¿qué opinión le merece aquellos que le acusan de ser un mercenario?
¡Pero si sólo sirvió al rey moro de Zaragoza!, además, eso era normal. Los señores de Lara sirvieron a los moros y también Los Castro. Además al Cid le destierran, tiene que comer y pagar a los que le acompañan. Él acudía a servir pero sin luchar contra su rey. Otra cosa es el mercenario que se vende al primero que le paga pero entrar a servir a otro rey con unos límites que supongo que serían no atacar a su propio rey era normal. Insisto que una cosa son aquellos que tienen como oficio mercenario y otra cosa muy diferente el que, desterrado, tiene que ganarse el pan algo lícito y permitido para un militar. Además, en la historia también ha habido moros que vinieron a servir aquí. Eso era frecuente, no era nada del otro mundo.

- ¿Conocemos algunas características de la personalidad del Cid?
Era un hombre generoso y noble aunque cuando se enfadaba era terrible. También un gran político y un hombre muy familiar, de hecho, la muerte de Diego, su único hijo varón en la batalla de Consuegra fue una gran tragedia, una gran desgracia.

- ¿Qué destacaría del Campeador?
El Cid tiene una biografía y el rey Alfonso no. En la Historia General de España tiene tres veces más páginas que Alfonso VI y eso que lo está escribiendo un descendiente del propio rey. Sí es cierto que la resonancia épica ha ayudado a engrandecer la figura del Cid pero está claro que fue, hablando en términos de poder, el tercer hombre de la península.

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