Nos encontramos a las puertas del Paisaje Protegido del Pinar de Rodeno de Albarracín, en un mirador instalado sobre una antigua escombrera que nos proporciona unas vistas excepcionales del entorno y nos permite reflexionar sobre el impacto de la actividad humana en el medio. Observando con detenimiento el entorno trataremos de descubrir las claves que nos expliquen la naturaleza de unos paisajes tan contrastados, donde páramos de suelos esqueléticos apenas cubiertos por algunas matas de matorral se suceden con un inabarcable bosque de pino rodeno o resinero, rebollos y encinas.
Dirigiendo la vista hacia el este, gigantescas moles de conglomerados y areniscas rojas esculpidas en torno al barranco del Cabrerizo, comparten protagonismo con el pino rodeno que desafía el rigor impuesto por la dureza de la roca, buscando grietas y fracturas para colonizar nuevos suelos. En el extremo opuesto, al oeste, la geología evoluciona a rocas carbonatadas que tiñen de tonos blanquecinos el horizonte. Al fondo del valle, entre fértiles campos encontramos el pueblo de Albarracín, flanqueado de extensas murallas en un paso estratégico del río Guadalaviar. Los montes deforestados que rodean la población son un reflejo de la explotación secular que desde época romana fueron sometidos sus paisajes: talas para leña y carbón vegetal de las ferrerías, pastos para una cabaña ganadera sobredimensionada, nuevas roturaciones para cultivos de subsistencia en terrenos de escasa fertilidad, talas ilegales generalizadas, incendios durante las contiendas militares… No será hasta llegado el último cuarto del siglo XX, con el abandono de la presión humana, cuando el proceso se revierte y la naturaleza recupera lentamente lo que es suyo.
- Acceso con vehículos: resulta accesible desde la carretera por un breve camino de tierra hasta un parking para todo tipo de vehículos.
- Accesible a personas con movilidad reducida: no cuenta con infraestructuras adaptadas para personas con movilidad reducida. Sin embargo a pesar de no tener un firme adaptado suele estar desbrozado y permite la aproximación de forma sencilla. Es destacable que dentro del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno encontraremos varios senderos accesibles como el de las pinturas rupestres de El Navazo.
- Figura de protección: se integra dentro del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, Parque Cultural de Albarracín y el LIC denominado Rodeno de Albarracín.
- Temporalidad: visitable en cualquier época del año.
- Recomendaciones, qué ver o hacer: resulta imprescindible visitar el conjunto de pinturas rupestres de “El Rodeno de Albarracín” donde unos breves senderos nos adentran en el corazón de uno de los paisajes más sugerentes de todo el Camino del Cid.
Rev. PAB: 08.04.22