Según el Cantar, tras ser escarnecidas en el robledal de Corpes por sus maridos, las hijas del Cid regresaron a Valencia escoltadas por Álvar Fáñez y 200 caballeros. En su camino cruzaron el río Duero por Vadorrey. Vigilando el paso, había una torre de origen islámico, la atalaya o castillejo de Vadorrey, de la que hoy sólo quedan vestigios. Muy cerca se encuentra Vadorrey, un despoblado en el término de Morales.