En el Convento de Nuestra Señora del Espino se guardó hasta el siglo XVIII la copia más antigua del Cantar de mío Cid, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional. Las monjas clarisas de clausura guardan el cofre en el que tradicionalmente se cree que se conservó el códice.
Visita: al ser un monasterio de clausura las visitas son limitadas. Es necesario llamar con antelación para ver si existe disponibilidad.