Muralla urbana de Alzira
Carrer Major Santa Maria, 19 Alzira
962 419 551 - Tourist Info Alzira
Restos dispersos pero de importancia de la antigua muralla islámica que rodeaba la parte antigua (y almendrada) de la ciudad. Los ingenieros musulmanes no sólo planificaron el recinto defensivo para luchar contra ejércitos invasores, sino para proteger la ciudad de las crecidas del río Júcar y las ramblas y torrenteras que allí convergen. Una vez perdida su función defensiva, las murallas fueron, primero, absorbidas por el propio crecimiento urbano (se construyeron casas aprovechando sus muros hasta el siglo XIX) y, posteriormente, destruidas para posibilitar el crecimiento de la villa. El recorrido de las antiguas murallas sería el siguiente: partía desde la iglesia de Santa María, continuaba por el hospital y convento de Lucías, ermita de San Roque, Casa Consistorial, plaza de Santa Catalina y accesos al puente del Arrabal. El camino de ronda propiciaba el paso exterior a las murallas, camino de Algemesí, mientras que el flanco opuesto quedaba ceñido por las murallas.
Los tramos más destacables para visitar en la actualidad serían el de la calle Saludador (el mayor, con ocho torreones de 7 a 10 metros de altura y 1,20 m de espesor), el de la plaza del antiguo mercado (tramo restaurado con tres torreones y un camino de ronda interior) o el del puente del Arrabal, donde hay en pie dos torreones embebidos en viviendas.
En tiempos del Cid Alzira, junto con Xàtiva, se hallaba en la órbita almorávide. Los almorávides eran unas tribus bereberes del Norte de África con una concepción del Islam más rigurosa, que contrastaba con la percepción religiosa, más laxa, de los gobernantes musulmanes peninsulares. Los almorávides habían demostrado ya su fortaleza y terminarían conquistando Al Andalus a principios del siglo XII, pero en 1093 aún eran sólo una amenaza latente (para los cristianos y musulmanes peninsulares) con presencia en distintos puntos del territorio peninsular. En el verano de 1093, ante la posible llegada de los almorávides, el Cid firmó un acuerdo de ayuda mutua con los señores musulmanes de Valencia, Corbera y Xàtiva al que no se unió Alzira, motivo por el cual el Cid lanzó un ataque de represalia contra la ciudad y sus territorios, ordenando recoger toda la mies, para que la llevaran a El Puig. 4 años después, en otoño de 1097, una expedición almorávide sorprendió a un contigente de hombres del Cid en Alzira (que se hallaba del lado de Xàtiva, ya bajo la autoridad del gobernador almorávide de Murcia) y los derrotó, causándoles grandes bajas.
Visita: Libre exteriormente.
Rev. ALC: 18.09.17