Muralla de Atienza

Durante siglos, Atienza destacó por su castillo y la doble línea de murallas, razones de peso para ser conocida en el Cantar como una “peña fuerte”. La llamada primera muralla es la más próxima al recinto urbano, fue construida en el siglo XII, parcialmente destruida en el XIV y reconstruida poco después. En la actualidad se encuentra en estado de ruina progresiva aunque suelen llevarse a cabo campañas de restauración. Tiene forma de óvalo y abarca el corazón clásico de la villa: pasa por detrás de la iglesia de Santa María, enlaza con el Arco de Guerra, con otra puerta que da al convento de San Antón, con el Arco de la Virgen, que da a la plaza de los Cochinos (y que sirve de muro a toda la parte norte de la iglesia de San Juan del Mercado), con el Arco de Arrebatacapas (sobre el que se apoya el campanario de la citada iglesia) y sube por la ladera del cerro hasta la parte norte del castillo o puerta de la Nevera.

Es sencillo dar con lienzos del antiguo sillarejo y de las puertas, aunque el vestigio más hermoso que ha llegado a nuestros días es el Arco Arrebatacapas o puerta de San Juan, que franquea el paso desde la plaza del Ayuntamiento, moderna del siglo XVIII, a la plaza del Trigo, el núcleo urbano más importante de la villa medieval.

Visita: Libre.