Pérez Henares: "Álvar Fáñez es una pieza esencial de la historia. Es el gran capitán de las tropas castellanas"
Patricia Ansótegui
El periodista Antonio Prez HenaresÁlvar Fáñez, el álter ego del Cid en el Cantar, históricamente una pieza esencial de la resistencia cristiana contra los almorávides, parecía haber quedado relegado al olvido. Enterrado por la historia y la leyenda ahora más que nunca era el momento de recuperar una figura cuyos logros en la frontera del Tajo fueron decisivos. El escritor y periodista alcarreño Antonio Pérez Henares ha sido el encargado de hacerlo en La Tierra de Álvar Fáñez (Almuzara), una novela que narra uno de los períodos más cruciales de la historia de España.
- Algo más de 500 páginas dedicadas a Alvar Fáñez. Por fin Álvar Fáñez...
Por fin Álvar Fáñez pero...¿por qué Álvar Fáñez?. En primer lugar porque se trata de alguien muy vinculado al paisaje, al territorio que me ha visto nacer. En mi tierra, Álvar Fáñez ha tenido un enorme protagonismo. Yo soy de un pueblo del Común de la Tierra de Atienza, de Bujalaro (Guadalajara) y la tremenda fuerza del Cantar de mío Cid es algo que nos ha sacudido desde niños. Sin embargo la figura de Álvar Fáñez había quedado postergada por la imagen potentísima de su primo hermano, Rodrigo Díaz. Al ir investigando con Plácido Ballesteros, un medievalista que me ha ayudado muchísimo y precisamente en una conversación en el castillo de Jadraque, quedó claro que el gran defensor de la frontera había sido Álvar Fáñez. Es una pieza esencial de la resistencia cristiana contra los almorávides. Es muy posible que históricamente, no estuviera en el destierro con el Cid pero en el Cantar ,dónde así consta aparece con una fuerza que no me daba la gana perder. ¿Que los dos estuvieron en la zona? no me cabe la menor duda. ¿Que era tal el influjo que tenían ambos que el autor del Cantar acopla ahí a Álvar?, está claro. Los dos tenían un enorme prestigio, como dos grandes de la época, porque realmente lo fueron.
"No ensalzo la figura de Álvar Fáñez
desprestigiando la de Rodrigo
porque ninguno de los dos
me lo hubiera permitido"
desprestigiando la de Rodrigo
porque ninguno de los dos
me lo hubiera permitido"
- Sin embargo en su novela no ensalza la figura de Álvar Fáñez desprestigiando la de Rodrigo, algo que quiere dejar muy claro...
A mí eso no se me ocurre porque ninguno de los dos me lo hubieran permitido ¡menudos eran! (risas). Además es bastante palpable la profunda relación que tienen entre ellos. Primero combaten juntos, son nombrados caballeros a la vez por su rey Fernando I, combaten con Sancho II y es más en la Batalla de Junquera los dos son absolutamente decisivos, los dos siguen después en la corte y ¡ojo! que el Cid histórico tiene tanta fuerza o más fuerza que el Cid de leyenda y está con el rey mucho tiempo y, aunque no le hace conde, siempre aparece firmando entre los grandes magnates castellanos y aparece como juez y lo mismo le sucede a Álvar con un elemento añadido. Él se casa con la hija de Ansúrez y éste es el gran vasallo de Alfonso VI y el cerebro de toda la estrategia militar y política de Alfonso. En el libro también reivindico la figura del rey, de Alfonso VI.
- Un personaje que no cae demasiado bien...
No es que no caiga demasiado bien, es que directamente cae mal.
- Intentaba ser más diplomática...
Alfonso VI era el malo al igual que Urraca porque son los enemigos del Cid. Alfonso VI tiene una misión de maestro de ajedrez con los reinos taifas y cristianos y en ese sentido es el gran estratega. Sabe que no es únicamente lo militar lo que gana las guerras, él logra tomar todo el reino de Toledo precisamente siguiendo las enseñanzas de su padre Fernando I y así por ejemplo Abd Allah de Granada en su propia biografía escribe y ve que lo que les está pidiendo es que alimente a los caballos con los que luego les van a combatir. Les cobraba las parias, les sangraba, ayudaba a unos y a otros, les hacía dar castillos y al final los acababa conquistando. Abd Allah lo veía venir pero no podía hacer otra cosa y veía que su única salida era llamar a los almorávides, era peor el remedio que la enfermedad.
Alfonso VI era el malo al igual que Urraca porque son los enemigos del Cid. Alfonso VI tiene una misión de maestro de ajedrez con los reinos taifas y cristianos y en ese sentido es el gran estratega. Sabe que no es únicamente lo militar lo que gana las guerras, él logra tomar todo el reino de Toledo precisamente siguiendo las enseñanzas de su padre Fernando I y así por ejemplo Abd Allah de Granada en su propia biografía escribe y ve que lo que les está pidiendo es que alimente a los caballos con los que luego les van a combatir. Les cobraba las parias, les sangraba, ayudaba a unos y a otros, les hacía dar castillos y al final los acababa conquistando. Abd Allah lo veía venir pero no podía hacer otra cosa y veía que su única salida era llamar a los almorávides, era peor el remedio que la enfermedad.
- En esas estrategias del rey ¿en qué lugar queda el Cid?
A Alfonso VI el Cid no le venía nada mal. Cuando el Cid se va a Zaragoza le viene muy bien ya que es una forma de taponar a Ramiro y a Berenguer. El rey sabe que Rodrigo es un vasallo y que va a acudir a ayudarle siempre que lo solicite. Además, no podemos olvidar que Diego, el único hijo varón del Cid, murió junto a Alfonso combatiendo contra los almorávides en Consuegra. Hay altibajos en dos caracteres tremendamente fuertes pero también he querido poner en valor a Alfonso VI.
"El primero que gobernó
en Valencia no fue el Cid
si no Álvar Fáñez"
en Valencia no fue el Cid
si no Álvar Fáñez"
- Siendo Álvar Fáñez un personaje histórico tan importante ¿por qué cree que no se le ha hecho justicia?
Si te fijas Álvar Fáñez tiene una posición maravillosa, es el álter ego, es la mano derecha del Cid. Es más Rodrigo se refiere a él como Minaya que significa "mi hermano" en euskera. En el Poema, Álvar Fáñez está muy enaltecido y ¿por qué? porque ya lo estaba. Yo estoy convenido que esa es la voluntad del Cantar de mío Cid: juntar a quien tenía una fama inmensa en Castilla como segundo del otro para enaltecer a quien se quería enaltecer. Es Menéndez Pidal quien por enaltecer de alguna manera y por llevar hasta el final su fascinación por Rodrigo deja en un segundo término a Álvar pero sin embargo en los documentos históricos esto cambia de signo. Para las crónicas musulmanas por ejemplo Álvar es el gran enemigo. La gran tierra es de Álvar Fáñez y es él quien aparece como el gran capitán de las tropas castellanas. Las palabras que le dedica Abd Allah son muy significativas. Cuando es derrotado ante los almorávides Álvar tiene una misión fundamentalmente en Sagrajas ya que es quien tiene que aguantar la retirada. Muerto el Cid es Álvar quien va con Alfonso a escoltar a Jimena cuando está abandona Valencia y hay otra cosa importante. Es Álvar quien va a Valencia antes que el Cid con Al-Qádir destronado en Toledo. Es el primero que manda allí.
- Si me permite barrer para casa (por la cosa del género...) me gustaría que me hablara de los personajes femeninos que aparecen en la novela porque, en mi opinión, hay algunos fascinantes....
A mí me gustan mucho los personajes femeninos porque tienen mucha complejidad y porque humanizan absoluta y totalmente una novela épica como esta. En Doña Mayor - la esposa de Álvar fáñez- he querido reflejar que es el contrapunto del guerrero castellano, es la hija cultivada de Ansúrez. Cuando en Castilla había bueyes en León había leyes o eso decían... los otros decían que muchas leyes pero que luego les tocaba combatir siempre a ellos. Es una vieja pugna entre el infanzón castellano y el noble leonés que es en el fondo el sustrato del Cantar de mío Cid. Doña Mayor es desde luego muy providencial y me sirve para andar en el pensamiento de Alfonso, de Pedro Ansúrez...para hablar de la estrategia y de la diplomacia. Me parece un personaje muy tierno, es muy joven (y eso era cierto) ya que tiene casi la misma edad que el protagonista Fan Fáñez el cual se enamora perdida y platónicamente de su tía. Es el primer toque que mantiene con la condición femenina ya que acaba de salir del convento. Y luego la judía Jezabel es un personaje al que he trabajado todo lo que he podido y con el que he querido rendir un homenaje a Azarquiel, el judío que inventó el reloj de agua. Las mujeres de la novela son muy fuertes, no son las mujeres de ahora de la películas que lloran y gimen todo el rato ¡qué va!. Yo creo que en aquella época las mujeres tenían que tener esa fortaleza y más cuando estaban en tierras de frontera y tenían que tener capacidad de decisión.
- ¿Ve la novela en la pantalla grande?
Yo he tenido muy mala suerte porque anteriores libros míos sí que les han querido hacer película pero al final no han salido. Con La Tierra de Álvar Fáñez es posible porque tengo una idea muy visual. En el fondo lo que hago es colocar en un paisaje histórico y geográfico - que procuro que sea lo más fiel posible - a diferentes personajes dándoles vida. Creo que en mi literatura el paisaje tiene un protagonismo casi humano y dentro de eso coloco esas figuras históricas y otras de ficción.
- Conoce bien la geografía que describe en la novela pero, a partir de su labor de documentación e investigación ¿ha descubierto algún rincón que le haya llamado especialmente la atención?
Muchos de los lugares los he recreado. Sobretodo los rincones que conozco desde siempre y que me los he pateado. Sin embargo hay una cosa que me ha fascinado: los regadíos desde Albalate de Zorita hasta Zorita de los Canes. Cubrían una extensión increíble, con un acueducto visigodo que llevaba el agua a Recópolis. No estoy hablando de regadíos árabes, estoy hablando de regadíos visigodos y de ahí hasta el año 1956. Acequias que todavía permanecen, molinos... Esos rincones en esa enorme corriente de agua subterránea con unos manaderos espectaculares que se abren en la Vega de Albalate por donde corren ríos de agua... me han fascinado.
Muchos de los lugares los he recreado. Sobretodo los rincones que conozco desde siempre y que me los he pateado. Sin embargo hay una cosa que me ha fascinado: los regadíos desde Albalate de Zorita hasta Zorita de los Canes. Cubrían una extensión increíble, con un acueducto visigodo que llevaba el agua a Recópolis. No estoy hablando de regadíos árabes, estoy hablando de regadíos visigodos y de ahí hasta el año 1956. Acequias que todavía permanecen, molinos... Esos rincones en esa enorme corriente de agua subterránea con unos manaderos espectaculares que se abren en la Vega de Albalate por donde corren ríos de agua... me han fascinado.
- ¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
Estoy con algo que no sé si será posible publicar. Son una serie de reflexiones deslavazadas pero con una idea común... tengo el título El sonido de la tierra . Vivimos tan rodeados de ruido que al sonido de la tierra le llamamos silencio pero la tierra suena y dice muchas cosas. Son esos sonidos los que quiero recoger, son una serie de impresiones. No sé en qué género puede encajar pero es lo que estoy haciendo y puliendo en estos momentos.