El castillo de Molina de Aragón es una de las fortalezas más llamativas del Camino del Cid: se trata de una edificación militar encerrada en el interior de un amplio conjunto amurallado de dimensiones desaforadas: 80 por 40 metros repartidos por una gran pendiente.
Aunque el aspecto actual del castillo es principalmente del siglo XIII, se sabe que existía una fortaleza islámica anterior, y aún coexisten elementos de los siglo X-y XI. El Cantar de mío Cid otorga a Molina un importante papel: tras asentarse en el Poyo del Cid Rodrigo impuso el pago de un tributo al señor musulmán de Molina. Este, de nombre Avengalvón, se convierte en un fiel aliado y amigo de paz. De noble y hospitalario carácter, hace de la Molina islámica una plaza segura para Jimena, sus hijas -Elvira y Sol-, Álvar Fáñez y otros caballeros del Cid. Aquí pernoctan en varias ocasiones e incluso son escoltados por guerreros musulmanes molineses en sus viajes entre Castilla y Valencia.
Por lo que se refiere a la fortaleza, hay que distinguir entre el recinto exterior o albacara, de grandes proporciones y defendido por numerosos torreones de planta cuadrada, y el castillo, formado por seis grandes torres, cuatro de ellas en perfecto estado de conservación. Llegó a contar con ocho de éstas unidas entre sí por un adarve almenado. Entre las torres se abre el patio de armas y varias edificaciones que dan servicio a éste: la residencia del señor de Molina, las caballerizas, cocinas, horno, habitaciones, pozo, aljibe, almacenes, y calabozo.
Las torres cuentan con tres plantas y grandes ventanales de arcos apuntados. En el interior destacan las bóvedas de crucería y son apreciables los restos de decoración en las paredes y grafitos de soldados de diferentes épocas.
Visita: Con entrada, consultar horarios y precios en la Oficina de Turismo de Molina de Aragón.
Rev. ALC: 02.02.2023