Castillo medieval de factura cristiana construido sobre una estructura árabe que, a su vez, aprovechó cimentaciones visigóticas. La fortaleza de Sigüenza es otro de los grandes monumentos defensivos del Camino del Cid, creado para servir de palacio-residencia-fortaleza a los obispos que gobernaron la ciudad durante casi siete siglos. Como otros tantos monumentos religiosos españoles, la desamortización de Mendizábal trajo consigo décadas de abandono y decadencia hasta su restauración y conversión en Parador Nacional de Turismo en 1976.
Destaca el patio de armas con el pozo suministrador de agua, la puerta de la muralla, los miradores almenados desde los que se domina perfectamente la población y los dos cubos con matacanes. En caso de invasión, este espacio era capaz de acoger a toda la población de Sigüenza para su protección.
En el interior destaca el Salón del Trono y otras estancias que recrean los salones en piedra tallada en que vivieron los obispos y su corte. En uno de sus torreones todavía se conserva la primera iglesia de la villa, la de la Santa Cruz. Aunque ha sido muy modificada a lo largo de los siglos, es posible apreciar su factura medieval y los detalles mudéjares del interior.
Visita: Propiedad privada, actualmente es un Parador Nacional de Turismo pero se pueden acceder tanto al patio de armas como a las zonas comunes del interior.
Rev. ALC: 25.03.2020
