Castillo roquero situado en un espectacular paraje de complicado acceso -a 1060 metros de altura, al nordeste de Benassal- y de cuya existencia se tiene constancia ya en tiempos musulmanes. El lugar en el que se ubica fue también un asentamiento de importancia en la Edad de Bronce. La fortaleza cayó en manos cristianas en 1210 tras la intervención del ejército de Pedro II de Aragón. En los años posteriores, la construcción pasó de mano en mano de diferentes órdenes (Templarios, Orden de Montesa…) hasta que a principios del siglo XVII fue abandonado e inició un período de decadencia que llega hasta nuestros días. En la actualidad, el castillo se encuentra en ruinas y sus restos se esparcen (y confunden) por la montaña en otro tiempo inexpugnable. Aunque originalmente fue un recinto amurallado con torres barbacanas de planta cuadrada y una torre mayor en la que se encontraba el aljibe, en la actualidad sólo se pueden rastrear los vestigios de éstas de poco más de un metro de altura. Para aproximarse a la fortaleza, saliendo de Benassal hacia Vilafranca hay que tomar la desviación que parte a mano derecha a la altura del kilómetro diez.
Visita: Libre.
Rev. PAB: 16.08.17