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Castillo de Carbonera - Beniatjar

Vestigios del castillo de la Carbonera o de Peña Cadiella, en el límite entre los municipios de Otos y Beniatjar, Valencia / Gersón Beltrán.
Ubicación:

Located about 4 kms from Otos and Beniatjar. Ride or walk along road CV 615 and then on a trail, which will take you up walking close to the hill Beniatjar

Este es uno de los lugares más emblemáticos del Camino del Cid, a pesar de que los restos ruinosos del castillo puedan aparentar lo contrario. Lo es porque su visita explica muy bien su importancia estratégica en el siglo XI y también los arduos trabajos del Cid y sus hombres. Considerando que el Mediterráneo cubría más extensión de costa en el siglo XI, este castillo fue un enclave fundamental en el conjunto de fortificaciones del Valle del Albaida dada su privilegiada situación, con excelentes vistas y entre las fronteras de las taifas de Valencia y Denia.

Históricamente, en 1091 el Cid ocupó este sitio y reconstruyó el castillo que, previamente, los árabes habían destruido al abandonarlo. A su alrededor levantó un muro inexpugnable y en él instaló una guarnición bien abastecida de armas y víveres. Esta fortaleza se encuentra en el paraje de la Carbonera, justo en el límite entre los términos municipales de Otos y Beniatjar. Las impresionantes vistas expresan su antigua importancia estratégica. A finales de agosto de 1093 el Cid lanzó un ataque sobre Alzira, y a continuación se alojó en Peña Cadiella, y desde allí lanzó un ataque para saquear Villena.

En enero de 1097 el Cid, consciente de la amenaza almorávide, pidió ayuda a Pedro I, quien se dirigió a Valencia probablemente en compañía de su hermano, el futuro Alfonso el Batallador. Los tres fueron a Peña Cadiella para aprovisionar esta importantísima plaza estratégica. Sin duda esta fortaleza, de la que solo quedan vestigios, fue una de las más importantes en la vida del Cid.

Tras la muerte de Rodrigo y el abandono de Valencia por Jimena, el castillo pasó a manos almorávides.  En 1124 un grupo de caballeros aragoneses, francos, gascones y templarios al servicio de Alfonso I el Batallador se apoderaron de la fortaleza. Como era costumbre permanecieron en ella durante varias semanas, rechazando diversos ataques y saqueando la región. Finalmente abandonaron el castillo dejando a sesenta hombres que no lograron mantenerla mucho tiempo. Un año después lo ocuparía Alfonso I el Batallador, quien posiblemente conociera ya el lugar, y definitivamente, un siglo más tarde, Jaime I el Conquistador. 

El Cantar de mío Cid también se acuerda de esta fortaleza: tras la batalla de Sagunto, el Cid "literario" se dedicó a saquear diversos puntos de la taifa valenciana, en ataques rápidos que lanzaban por la noche, como Cullera, Xàtiva y Denia. Después conquistó el castillo de Peña Cadiella, lo que causó un fuerte dolor entre los habitantes de Cullera, Xátiva y Valencia. En ganar esta zona tardó el Cid tres años.

Actualmente del castillo solo quedan en pie los arranques de las murallas -con anchuras de 1,85 metros y fabricadas en piedra calcárea-, de alguna torre-contrafuerte y del aljibe central. Las murallas mejor conservadas se ubican en el flanco norte. Los restos se confunden con el cerro sobre el que se encuentra, en la peña del Castellet, entre los barrancos de la Loma y la Carbonera.

El castillo se encuentra en plena Sierra del Benicadell, una mole rocosa que separa las provincias de Valencia y Alicante. Desde la cima, las vistas son espectaculares.

Visita: Libre.

Rev. ALC: 26.10.2021