Martín del Río (Teruel)

Según el Cantar, tras instalar su campamento en El Poyo del Cid, el Cid impuso su ley lanzando algaras por los territorios circundantes. De acuerdo con los versos del poema, el río Martín  (es decir, las poblaciones nacidas a sus márgenes) “todo le tributaba”.

La primera referencia documental histórica data del siglo XII, en concreto en un documento del año 1158 que cita a la población como incluida en el obispado de Zaragoza. Por aquel entonces su denominación era únicamente la de Martín, al menos hasta 1797, fecha en la que los documentos ya recogen el nombre actual.

Martín del Río forma parte de la comarca de las Cuencas Mineras y se halla en un entorno natural de gran interés. De hecho, si algo caracteriza a la localidad son sus hocinos (nombre que se otorga a los cañones y estrechos de un río). En el entorno se encuentran dos: la Rambla de Martín y el del Pajarazo, ambos formados por dos lenguas de río encajadas en la montaña por la acción del agua sobre las paredes calcáreas. El viajero más atrevido puede hacer barranquismo en sus aguas, mientras que el más cauteloso puede caminar por los senderos que aparecen en sus márgenes. Además de los hocinos, en Martín del Río se extiende también una zona conocida como Valdelagua, con más de 200 metros lineales de tirolinas, puentes tibetanos, pasarelas o túneles flotantes.