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Llutxent (Valencia)


Tras la conquista cristiana, Llutxent fue repoblado en 1255. Jaime I cedió la jurisdicción a su hijo, Pedro Fernández de Híjar. En 1278 crea la baronía y con posterioridad pasa a manos de la familia Prócida, de origen siciliano, que se instala en el lugar construyendo el actual palacio del centro de la población. En el siglo XV, los Prócida venden el señorío a Pedro Maza de Linaza. Tras diversos problemas sucesorios, acabó en manos de los marqueses de Dos Aguas, que lo mantuvieron hasta la extinción de los señoríos en el siglo XIX. 

Qué ver y hacer en Llutxent

Llutxent se encuentra en la parte oriental de la Vall d´Albaida, comarca que tiene como punto geográfico de referencia el monte Benicadell. En Llutxent, sin embargo, hay otros dos referentes visuales, por un lado, la montaña que conserva los restos del castillo de Xio, fortaleza árabe del siglo XII construída para controlar el paso entre el interior y el litoral valenciano, y otra cima más discreta, conocida como Mont Sant.

El núcleo más antiguo del pueblo se sitúa en torno al Palau Castell de la familia Prócita, construido en el siglo XIII como casa de los barones de Llutxent. Otro núcleo posterior surgió en la parte baja dedicado al cuidado del ganado. Hoy en día su vida gira alrededor de la Plaza Mayor y de la nueva iglesia parroquial, que conserva un icono de la Santa Faz.

Pero los parajes que concitan la curiosidad del viajero se sitúan en la colina del Mont Sant. Dejando atrás la ermita de Nuestra Señora de la Consolación, del siglo XVIII, se llega al Monasterio del Corpus Christi donde, según la tradición, tuvo lugar el Milagro de los Corporales que se veneran en la actualidad en la localidad zaragozana de Daroca. Las partes más antiguas del monasterio son la iglesia y el refectorio. Este último tiene planta rectangular y está cubierto por bóvedas de crucería hechas con ladrillo tabicado formando arcos de medio punto. Fue construido a mediados del siglo XVI. La iglesia, en cambio, es obra del siglo XV, planta rectangular y una única nave. Es destacable la representación de un monje con el paño de los corporales en la clave central de la única bóveda estrellada del templo. Brilla especialmente la bóveda del sotocoro, una falsa construcción de cantería que, en realidad, ha sido facturada con ladrillo tabicado. 

Información práctica

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