Alcolea del Pinar (Guadalajara)
El nombre de Alcolea, de origen árabe, hace referencia a un castillejo o fortificación, por lo que es presumible que en su entorno existiera algún elemento defensivo hoy desaparecido. Hoy es una población ligada a la autovía; punto de pausa, descanso y repostaje para miles de viajeros que atraviesan el nordeste peninsular.
Este carácter de lugar de paso ha contribuido no solo a definir el urbanismo de la población (alargado en torno a la antigua carretera) sino la economía y el temperamento abierto de sus gentes. El origen de todo esto hay que buscarlo en la modernización de las comunicaciones realizada en el siglo XVI cuando se abandona el antiguo itinerario romano de Sigüenza a Medinaceli y comienza a perfilarse el nuevo Camino Real, semilla de la futura carretera y autovía. El visitante del Camino del Cid podrá comprobarlo al parar a reponer fuerzas en alguno de los establecimientos de servicios de la población, que sin llegar a serlo ha adquirido a su modo, el rango de capitalidad respecto las pequeñas poblaciones del entorno.
Qué ver y hacer en Alcolea del Pinar
La visita al pueblo acoge más sorpresas de las que uno pueda imaginar en un primer momento. En primer lugar cabe decir, sin temor a herir la sensibilidad de los alcoleanos, es que se trata del pueblo más excéntrico del Camino del Cid, al menos si atendemos a la personalidad singular de algunos de sus habitantes: historias escritas desde la tenacidad, y el amor al arte y a la vida.
Quizá el hito más significativo sea la casa de piedra, una llamativa vivienda tallada a golpe de pico en un enorme bloque de roca gracias al empeño de un vecino sin recursos, Lino Ventura, a principios del siglo XX. La obra se prolongó durante más de 20 años y ha atraído el interés y la curiosidad de numerosas personalidades ilustres, y hoy es el motivo que ilustra nuestro sello del Camino del Cid. ¿Qué afán, que diría Luis Landero, llevó a Lino a comenzar a picar la roca? Para saberlo, tendrás que ir a Alcolea.
No menos llamativo es el jardín de Máximo Rojo, un proyecto muy personal de este vecino de Alcolea que, a sus 67 años, dio rienda suelta a su imaginación creando una serie de esculturas y objetos que en su conjunto ofrecen una imagen muy surrealista entre un jardín, una chatarrería y un cementerio, y no hay nada peyorativo es esta imagen: el afán de Máximo de hacer lo que le apeteciera del modo que le venía en gana es un mensaje de sentido común para las generaciones venideras. Se trata de una muestra personalísima de lo que algunos denominan Outsider Art.
Y por último, a unos pasos, junto a la Casa de Piedra, se encuentra la galería museo Perdices, donde Antonio García Perdices exhibe sus obras, realmente curiosas, en un estilo igualmente onírico, difícil de definir, entre el art decó y la santería, de indudable aliento artístico.
Si vas en busca de volúmenes más tradicionales, más allá del gigantesco silo que domina la población, puedes finalizar la visita en la parte alta del pueblo, donde se encuentra la Iglesia de la Virgen del Rosario. Se trata de un edificio sencillo, de una sola nave, con una torre rematada con un chapitel metálico y un bonito atrio. Fue levantado en el siglo XIX, ya que el templo original fue destruido durante las guerras carlistas
Información práctica
- Ayuntamiento: Plaza Mayor, s/n (19260)
- Teléfono: 949 300 018
- Correo electrónico: info@aytoalcoleadelpinar.org
- Web: www.alcoleadelpinar.org
- Habitantes: 236
- Altitud: 1000 m.