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Ainara Hernando y Salva Ruiz: “La gente es lo que da fuerza al Camino del Cid”

Ainara Hernando y Salva Ruiz durante la presentación de la serie en FITUR

Ainara Hernando y Salva Ruiz durante la presentacin de la serie en FITURAinara Hernando y Salva Ruiz durante la presentacin de la serie en FITUR

Patricia Ansótegui

Destilan entusiasmo y pasión por su trabajo. Disfrutan del patrimonio, del arte, de la cultura pero por encima de todo de la gente. No en vano – aseguran - todo el mundo “tiene algo interesante que contar”. Salvador Ruiz y Ainara Hernando son el alma de la serie documental “El Camino del Cid: diario de una ciclista”. Compartimos minutos con el director y la presentadora de esta producción que nos lleva por las localidades y lugares más significativos del Camino del Cid.

- El pasado 8 de enero se estrenó en La 2 de TVE la serie documental “El Camino del Cid: diario de una ciclista”. Tras los capítulos emitidos ¿qué sensaciones tenéis?

AINARA HERNANDO (A.H.): Yo no lo quería ver porque me daba pudor y vergüenza, me pasaba algo parecido cuando trabajaba en la radio. Sin embargo cuando lo vi, me vi yo. La gente que me conoce me ha dicho lo mismo: ¡es que eres tú!  y eso me ha gustado mucho. Aunque es un documental y todo está muy ficcionado, hay mucha pureza, creo que hay mucho de ese periodismo con botas, de barro, de bajar al terreno, de estar con la gente y de palpar lo que es de verdad. 
SALVADOR RUIZ (S.R.): Mi sensación es de tranquilidad y satisfacción porque por fin conseguimos acabarlo. Este tipo de documentales no son fáciles de hacer. Comparándolo con otras producciones en las que hemos trabajado, esta ha sido muy dura porque han sido 2.000 kilómetros de recorrido. Además, no son solo los dos meses de grabación si no todo el trabajo previo de preparación para luego enseñar, capítulo a capítulo, las ocho provincias del Camino del Cid.

- Se me antoja complicado seleccionar lo mejor de cada sitio…
S.R.: Cada provincia tiene mucho más que ofrecer. A lo largo del Camino del Cid te encuentras con mucha gente, con muchas posibilidades y con una enorme oferta turística: gastronómica, patrimonial, cultural… ¿Cómo plasmas eso en media hora? Tras prepararlo y grabarlo había que visualizar las imágenes y editarlo. Te generaba cierto malestar decidir entre una entrevista, una imagen… Al final tienes que poner todo en una balanza y eso lo que más cuesta de todo.

- Además de la dureza del recorrido (esos 2.000 kilómetros que luego fueron bastantes más) ¿el documental sobre el Camino del Cid es diferente a otro tipo de producciones que has dirigido?
S.R.:
El Camino del Cid lleva la historia del Cid Campeador detrás y eso lo hace diferente a todo. A mí me gusta y la Edad Media es un período que me fascina. Sin embargo, con lo que realmente me quedo es con la parte humana, con la gente. Yo creo que el Camino del Cid sin la gente con la que nos hemos cruzado no sería el Camino del Cid. Lo tengo muy claro. Llegábamos a pueblecitos y nos acogían como si fuésemos de la familia, como un vecino más. Aún me sorprende que exista eso.  

- Es complicado encontrarlo en las grandes ciudades… 
S.R.: ¡No somos capaces de hablar con el vecino de enfrente! A mí me encanta la cercanía con la gente. He disfrutado mucho de esa experiencia y creo que lo hemos plasmado en la serie. Además de todo el patrimonio y de lo que ofrece la ruta, creo que la gente es lo que refuerza y reforzará siempre el Camino del Cid. 

- Ainara, has tenido oportunidad de hablar con personas muy diferentes, con perfiles muy diversos a lo largo de todo el recorrido. ¿Qué te han aportado?
A.H.: Había pueblos en los que no nos dejaban marcharnos. En San Esteban de Gormaz (Soria) se tuvieron que quedar Quique y Javichu (dos miembros del equipo) porque nos querían enseñar las bodegas. Nosotros nos teníamos que ir porque debíamos seguir grabando. Todos los pueblos te querían dar lo mejor de ellos mismos. Yo soy muy emocional y me implico mucho. Los primeros días de grabación me pasaban factura. Una de las primeras entrevistas que hicimos fue en una mina. Hablamos con esas personas que se metían a trabajar con 12 o 13 años cuando yo a esa edad solo me preocupaba de escribir la carta a los Reyes Magos. Recuerdo también a unos productores de horchata a los que la sociedad del siglo XXI les había dejado un terreno pequeñísimo que no les salía rentable pero seguían peleando por cultivar. Hay gente que navega a contracorriente pero que sigue navegando. Este camino tiene un apego brutal a las raíces.

- Son su vida, su pasado, sus tradiciones… 
A.H.: Había gente que lloraba, que se emocionaba. Recuerdo que el presidente del Tribunal de las Aguas de Valencia nos contaba que su padre también lo fue y que ahora, cada vez que salía miraba al cielo. En la entrevista se echó a llorar. 
S.R.: Sí, porque hablan de sus tradiciones, de las personas que han formado parte de su vida. Hablan de oficios que ahora se están perdiendo. 
A.H.: ¡Exacto! Lo fácil sería trabajar en el Zara o en el Mercadona pero ellos lo mantienen porque sus padres han labrado esa tierra. Al final tú vas con las cámaras, te interesas por ello, la gente se emociona y eso toca mucho el corazón. 

Un momento de la entrevista con Ainara Hernando y Salvador RuizUn momento de la entrevista con Ainara Hernando y Salvador Ruiz

- Fueron dos meses de rodaje, de duro rodaje. ¿Se hizo difícil la convivencia?

A.H.:  ¡Del 8 de mayo al 30 de junio! Hubo momentos intensos y muy duros porque además nos tocaron varias olas de calor. Yo recuerdo la zona de El Burgo de Osma (Soria) donde casi me caigo… 
S.R.:  También fue tremendo en Medinaceli.
A.H.: Eso afecta ¿eh? Yo estaba hecha polvo y repercute en el ánimo. Terminas pegando cuatro gritos pero hay que seguir.
-S.R.: Yo ya les avisé. Es similar a tener una cámara de Gran Hermano que te está enfocando todo el día pero al final te terminas olvidando de ella. Yo he hecho muchas producciones y siempre caigo en lo mismo. Me dicen que no puedo tratar igual a la gente que trabaja para mí que al resto. Es mi fallo pero no lo voy a cambiar. Además creo que es positivo para este tipo de documental. El ritmo de trabajo es todos los días, desde la mañana a la noche, tú eres el que toma las decisiones que lógicamente no van a ser del gusto de todos. Yo les intentaba explicar a todos porqué lo hacía. ¡Claro que hemos tenido roces! (Ainara se ríe) pero al final, lo que vemos en televisión, es la suma de todo, de lo bueno y de lo malo. 
A.H.: Y se aprende mucho. A mí Salva me lo dijo: vas a aprender tela y es verdad. 

- Cambiar el chip para entrevistar, en tan poco tiempo, a personas tan diferentes me parece complicado… 
A.H.: Lo básico en el mundo es ir con los ojos abiertos y con un montón de preguntas que hacer. Yo no tengo ni idea de muchas cosas pero a veces las preguntas más básicas te llevan a saber lo que realmente quieres, lo que te permite acceder a la información.

- Periodísticamente es todo un reto...
A.H.: Un auténtico desafío. Toda mi vida he entrevistado a ciclistas y para mí este año ha supuesto romper con todas mis zonas de confort y ha sido por este documental. Nunca había entrevistado a un minero, a un agricultor, a un historiador, a un arquitecto, a un restaurador, a una cantante de ópera... Siempre había hecho entrevistas a personas que ganan o pierden y las preguntas sabes hacia donde dirigirlas. Yo me decía a mí misma: ten curiosidad por el mundo porque lo que tú quieres aprender se lo vas a transmitir a la gente.

- Las personas con las que has hablado no buscan competir, solo contar su historia.
A.H.: Exacto. Los deportistas a los que entrevisto tienen niveles altos de rendimiento y algunos muchas tablas. Aquí sin embargo hablamos por la mañana con un cura y por la tarde con un arquitecto.  
S.R.: Ainara además es una persona que lee mucho, se informa muy bien antes y eso es muy importante. Aparte de la información que poníamos en el guión eso es innato de cada uno.
A.H.: Pero a ti también te pasaba, es importante despertar la curiosidad. A veces íbamos en el coche hablando y salían temas muy interesantes.
S.R.: Lo importante es disfrutar de tu trabajo y de lo que estás haciendo. 

- Recuerdo un día de rodaje en el que precisamente, Salva, me contabas lo que te gustaba tu trabajo. A mi juicio eso también se transmite en la serie… 
S.R.:
Es fundamental y más en el Camino del Cid que, como te decía antes, es muy duro. Al final, sumando todos los kilómetros que recorrimos  calculo que fueron más de 11.000 y solo en la producción, de la preproducción no te digo nada. 

- Ainara, eres escritora y periodista especializada en ciclismo. Te mueves en un mundo ¿en el que aún quedan muchas barreras por romper? 
A.H.:
Yo ando en bici habitualmente de carretera y de gravel y ya ves muchas más mujeres. En mi trabajo cada vez hay más en los equipos, en los staffs…  Ojalá llegue un día en el que no haya que hablar de esto porque esté totalmente normalizado. 
S.R.:  Yo resido en Baleares y hay muchísimas mujeres practicando cicloturismo, para mí es algo habitual.
A.H.: Es cierto que el espejo siempre refleja la élite, en el ciclismo también está pasando. Hay una corriente muy potente en el que todos los equipos de gran nivel están teniendo su equipo femenino, también hay pruebas de féminas muy importantes y ese es el espejo en el que se van a reflejar sobre todo las niñas que son las que tienen que venir detrás y las que tienen que soñar con ser ciclistas. La serie del Camino del Cid, desde luego, también va a ayudar. 

- Echando la vista atrás y con la emisión en curso ¿hay algún momento, alguna persona, un paisaje, un pueblo que recordéis especialmente? 
A.H.:¿Puede ser más de uno? (risas)

- Pocos más…
A.H.: Montanejos como paisaje y una fecha, el 20 de mayo, día en el que se cumplía un año del fallecimiento de mi madre y en el que me llegaron unas flores estupendas. 
S.R.: Tengo tantos… Me quedo con el paisaje del Anillo de Montalbán. No había estado nunca en esa zona y me pareció tan desértica que al final terminas encontrando su belleza. También me quedo con los contrastes del Camino del Cid, de Burgos a Teruel, de Teruel a Valencia, de Valencia a Alicante… todos tan juntos y sin embargo tan diferentes.  
A.H.: Lo bonito del Camino del Cid es que te permite descubrir lo diversa que es España. Que en un mismo país tengamos cosas tan diversas nos da una riqueza cultural enorme. 
S.R.: Esto también gracias a nuestra historia y a personajes como el propio Cid Campeador, sobre el que gira toda la ruta. 

- Precisamente me interesa conocer vuestra visión sobre el personaje. Finalizada el recorrido ¿lo veis con otros ojos?
A.H.:
No tanto al finalizar. Cuando supe que iba a hacer esta serie me puse a leer su historia, a documentarme. A aquellos que se refieren al Cid como un mercenario yo les preguntaría si ellos trabajan gratis. Era un señor de la guerra que logró el equilibrio en un momento muy complicado.
S.R.: La figura del Cid siempre me ha gustado mucho pero más allá del guerrero que conquistó Valencia. Me atrae cómo trataba a su mujer, a sus hijas, ese tipo de cosas. Este trabajo me ha permitido acercarme más a la persona. 

Divertido momento del rodaje en San Esteban de Gormaz (Soria). Salvador Ruiz y Ainara Hernando con Eva  Ditrn, miembro del equipo de la serie documentalDivertido momento del rodaje en San Esteban de Gormaz (Soria). Salvador Ruiz y Ainara Hernando con Eva Ditrn, miembro del equipo de la serie documental

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