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Hallados nuevos restos del poblado islámico donde pudo tener lugar la batalla de Alcocer

Trabajos durante la última campaña de excavaciones en Ateca, Zaragoza

Restos hallados en la ltima campaa de excavaciones de Ateca, ZaragozaRestos hallados en la ltima campaa de excavaciones de Ateca, Zaragoza
La cuarta campaña de excavaciones llevada a cabo por la Diputación de Zaragoza en el yacimiento de La Mora Encantada, en Ateca, ha permitido descubrir nuevos restos del poblado islámico del siglo XI en el que el Cantar de mío Cid situó la conquista y la posterior batalla de Alcocer. Los hallazgos realizados a finales del año pasado siguen consolidando la tesis de que ese enclave, del que solo se tenía constancia en el famoso poema épico medieval, existió en realidad y estaba junto a la vega del río Jalón, dentro de lo que hoy es el término municipal de esta localidad zaragozana.

“Las excavaciones de la Diputación de Zaragoza han permitido resolver una incógnita que ha durado varias décadas: Alcocer existió y está en Ateca”, destaca el historiador Francisco Martínez. “Otra cosa es que la batalla y el resto de acontecimientos narrados en el Cantar de mío Cid sean ciertos o no, pero la confirmación de que Alcocer está en el paraje de La Mora Encantada abre la puerta a la posibilidad de que el Campeador, una vez desterrado en el año 1081, siguiese la ruta del Jalón para llegar a Barcelona y buscar cobijo en la corte de los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II”.

Una vez descubierto el Alcocer cidiano, ahora se intenta averiguar qué sucedió realmente allí. “La importancia y el sentido de las excavaciones reside en saber si Alcocer fue un lugar conquistado por Rodrigo Díaz de Vivar, lo que aportaría veracidad a la batalla narrada en el cantar que loa sus hazañas”, explica Martínez, quien también detalla que los últimos trabajos realizados en el yacimiento “vuelven a reforzar la idea del abandono definitivo del asentamiento tras su destrucción y quema a finales del siglo XI”.

Esta última conclusión se extrae del registro arqueológico obtenido a lo largo de las cuatro campañas desarrolladas en los últimos años y refuerza la hipótesis de que el Cid pudo estar realmente en Alcocer. Además, los restos cerámicos que han ido apareciendo son taifales del siglo XI, lo que coincidiría con el posible paso del guerrero castellano por estas tierras en el año 1081.

Los últimos hallazgos

La cuarta campaña de excavaciones de la Diputación de Zaragoza en el paraje de La Mora Encantada se llevó a cabo el pasado mes de noviembre. Los nuevos hallazgos realizados están relacionados con la cerámica para uso en cocina y mesa (ollas, cazuelas…), mientras que estructuralmente solo se han podido documentar dos muros muy deteriorados.

“Una vez analizados los restos aparecidos, se nos vuelve a presentar un registro muy compacto  centrado hacia finales del siglo XI”, detalla Martínez, quien además subraya “el gran paralelismo” de esos nuevos hallazgos con la cerámica andalusí encontrada en anteriores intervenciones dentro del casco antiguo de Calatayud.

El conjunto de los restos aparecidos a lo largo de las cuatro campañas de excavaciones realizadas hasta ahora por la Diputación de Zaragoza refuerza la idea de que Alcocer ocupaba toda la parte oeste del enclave. “Formaría el típico asentamiento musulmán en lo alto de un cerro dominante, soleado, de fácil defensa, quizá con alguna dependencia tipo posada desde donde se estaría en contacto con otros enclaves mediante señales luminosas o de humo para advertir de posibles contratiempos en el camino”, comenta Martínez. “Además, podría custodiar algún vado para cruzar el río Jalón y permitiría a los musulmanes explotar los recursos más cercanos, concentrados en la vega del Jalón”.

Alcocer y el Cantar de mío Cid

El yacimiento de Alcocer está ubicado en el paraje de La Mora Encantada, dentro del término municipal de Ateca, en una zona alta y abarrancada característica de los emplazamientos hispanomusulmanes. La primera excavación la hizo en 2004 el Ayuntamiento de Ateca, y las otras cuatro las ha realizado la Diputación de Zaragoza desde el año 2016 dentro del programa de actividades del Camino del Cid (la DPZ es una de las ocho diputaciones provinciales que forman el consorcio de este itinerario turístico y cultural).

El Cantar de mío Cid describe con minuciosidad, a modo de ‘road movie’ medieval, las andanzas de Rodrigo Díaz de Vivar por diversas localidades hispánicas que siguen existiendo en la actualidad. No obstante, algunos de los asentamientos citados, como Alcocer, desaparecieron hace tiempo, lo que supuso un reto para los historiadores que intentaron saber si este lugar existió.

Se investigó en archivos, se analizó la toponimia de la zona, se consultaron los escritos de los grandes estudiosos del poema y se llegó a la conclusión, a finales de los ochenta, de que Alcocer, si existió realmente, tenía que estar en la Mora Encantada, frente a otro asentamiento denominado Torrecid que es donde se supone que el guerrero castellano se asentó con sus huestes antes de conquistar el enclave musulmán.

En ese punto comenzaron las excavaciones en 2004 y se han continuado durante estos cuatro últimos años, poniéndose de manifiesto que Alcocer existió y que estaba donde decía el poema. “Hubiera o no la batalla, Alcocer es el lugar en el que el autor del Cantar de mío Cid situó esos hechos, el paraje en el que se localizó una de las escenas más famosas de ese relato épico”, recalca Francisco Martínez, quien explica que el objetivo de la Diputación de Zaragoza es poner en valor el yacimiento para que sea uno de los principales reclamos del Camino del Cid.

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