Un albañil de Ferrol lleva años envolviendo el bocadillo en uno de los folios perdidos del Cantar de mio Cid
Fragmento del folio perdido del Cantar en el que el trabajador lleva aos envolviendo su almuerzoSe llama Braulio Pidal, tiene 58 años y lleva prácticamente cuatro décadas trabajando como albañil para una importante constructora gallega. Hasta ahí todo parece normal, pero si tenemos en cuenta que el bocadillo que acostumbra a llevar para almorzar cada día lo envuelve en uno de los folios perdidos del Cantar de mio Cid… el tema tiene su miga (y nunca mejor dicho).
El Consorcio Camino del Cid ha conseguido en exclusiva las primeras declaraciones de este trabajador que asegura: “No veas cómo absorbe el aceitillo de las sardinas, yo creo que el tipo que copió el manuscrito utilizó un papel de alta calidad porque yo llevo utilizándolo hace un porrón de años y ahí sigue, como el primer día”. Además este obrero, que cuenta los días para jubilarse (sólo le quedan dos años), asegura que la textura apergaminada del folio convierte el material en “prácticamente impermeable”.
Dado el valor del documento, y preguntado por su intención de reemplazarlo por otro asegura “suelo comprar La Voz de Galicia pero no se puede comparar con el Cantar de mio Cid, el papel de periódico ni por asomo protegería igual el bocadillo” y eso a pesar de que le han ofrecido miles de euros por comprarlo “el último fue un coleccionista, un empresario catalán. Mostró mucho interés pero al trasladar su sede social a Madrid ha debido cambiar de idea y no sé si seguirá interesado en el tema”.
Preguntado sobre cómo se hizo con él, Pidal afirma que fue un tal Ramón, coruñés de nacimiento y amigo de la familia el que se lo entregó a su bisabuelo “lo hemos ido heredando de generación en generación. Supongo que alguno de mis hijos se lo quedará… ellos sabrán qué hacer con él pero ya sabes cómo es la juventud”, afirma con resignación.
La pregunta del millón: ¿Qué pone?
El Cantar de mio Cid es el único cantar épico de la literatura española conservado casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes. No obstante, e intentando averiguar qué es lo que pone, el albañil reconoce que nunca le ha prestado demasiada atención. Tan sólo hay una frase que sí nos ha querido trasmitir. ¿Cuál es?, le preguntamos: Assi ayades un alegre dia de sanctis innocentibus.