Juan Antonio Martínez: "La Tizona es una espada única en el mundo"
Patricia Ansótegui
El profesor Juan Antonio MartnezDe origen burgalés, químico de formación y Profesor Titular del Departamento de Ciencias de los Materiales de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Antonio Martínez fue uno de los miembros del comité de expertos que en 1998 estudió, analizó y y restauró la Tizona, una de las espadas más famosas de la historia y cuya propiedad se atribuye al Cid Campeador.
Aunque existieron medio centenar de espadas con características similares, tan sólo la "Tizona" que actualmente exhibe el Museo de Burgos, ha llegado hasta nuestros días lo que nos hace pensar que, si no fue el Campeador, sí la empuñó un gran caballero.
- Retrocedemos prácticamente veinte años. En 1998 un equipo multidisciplinar adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, inicia una serie de estudios en torno a la Tizona. ¿Cómo comienzan los trabajos de investigación?
Contactamos con el Museo del Ejército de Madrid para poder acceder a sus colecciones de armas y el personal del museo nos habló de la Tizona. A su vez, el ministerio de Defensa nos pidió que la estudiáramos.
- ¿Fue sencillo el traslado al laboratorio?
Cuando nosotros la estudiamos era una pieza a la que podías acceder fácilmente, hoy en día con la historia que tiene, con lo que ha costado.... sería prácticamente inviable. En 1998 no era más que una pieza de museo, no tenía la personalidad que ahora tiene, de hecho sólo había salido dos veces, una al Centro de Investigaciones Metalúrgicas y otra a un programa de TVE que dirigía José María Iñigo. Allí estuvo custodiada por dos guardia civiles.
- Una vez en la Complutense ¿qué planteamiento hacéis? ¿cómo comienza el proceso de investigación?
Lo primero que hicimos fue limpiarla ya que estaba bastante sucia. Tenía una pintura de tipo copal metalizada que la estaba afeando. Eliminamos esa capa con procedimientos mecánicos y con disolventes que nos permitieron llegar al acero original. La estudiamos y observamos metalográficamente y nos asomamos a su interior con microscopios, radiografías... siempre empleando métodos no destructivos. También realizamos medidas de la dureza del acero.
- Había tres interrogantes a los que pretendíais dar respuesta: su procedencia geográfica, la técnica de fabricación y la datación. ¿Conseguisteis dar respuesta a estos planteamientos?
Realmente no sabemos dónde se forjó. El mineral del hierro de la espada proviene de Sierra Morena y eso lo sabemos por la reacción isotópica de los átomos de plomo que contiene. Podemos afirmar que fue forjada en un taller del sur peninsular o del norte de Marruecos. En cuanto a su técnica de fabricación, está forjada con un acero suave, de bajo contenido en carbono, es un acero relativamente blando y con malas propiedades mecánicas que se doblaría al primer mandoble pero posteriormente se le dio un tratamiento de carburación o cementación, es decir se endureció externamente para conseguir un filo indesgastable, dureza y una resistencia externa aunque siempre manteniendo la parte blanda del alma de la pieza.
- Y este proceso ¿era habitual en la Edad Media?
Lo que siempre han hecho los herreros es preparar un cemento utilizando carbón vegetal, carbonatos de calcio muy abundantes en la naturaleza o deshechos de animales como pezuñas, cuernos, etc. Con eso se prepara una mezcla, se recubre, se cementa la pieza, se sube a alta temperatura y lo que conseguimos es que parte del carbono entre dentro de la estructura del hierro y endurezca la parte externa de la hoja de la espada manteniendo el núcleo blando del que te hablaba. Una vez que se ha hecho esto, se baja a temperatura ambiente, se quita la parte cementante, se limpia la espada y se deja preparada para su uso.
"¿Es la espada contemporánea del Cid?
Categóricamente sí.
La espada y el Cid convivieron"
- Algo que puede dar más pistas sobre si perteneció o no al Cid es su datación. ¿pudisteis concluir que la espada se fabricó en el siglo XI?
Sí, incluso podíamos haber afinado a la decena pero desechamos intentarlo ya que suponía dedicar muchísimas horas de trabajo y además no tenía mucho sentido buscar esa aproximación. La hoja que se conserva es absolutamente original y pertenece a ese siglo ¿es la espada contemporánea del Cid? Categóricamente sí. La espada y el Cid convivieron.
Grieta en una zona prxima a la punta- Las dudas surgen en torno a la punta y la empuñadura…
La punta fue retocada posteriormente y tiene alguna grieta. Esa parte tampoco la analizamos porque obtendríamos la fecha de cuándo fue retocada, no de cuándo fue fabricada. El estado de la punta se debe, probablemente a un mal uso de la espada una vez muerto el Cid ya que si a él o al propietario que la usó se le hubiera estropeado, estoy convencido de que hubiera buscado un buen herrero.
- ¿Y sobre la empuñadura?
Seguramente fue sustituida en época renacentista o de los Reyes Católicos. La empuñadura actual no es cómoda para el manejo de la espada, es excesivamente corta, los cuatro dedos de la mano no caben e imagínate con algún tipo de protección tipo guantelete. Además no es el tipo de empuñadura musulmana que se utilizaría en el siglo XI.
- ¿Por qué decidió cambiarse?
Probablemente para cristianizarla o bien para pagar una deuda. La empuñadura anterior como muchas espadas musulmanas como por ejemplo la Boabdil, el último rey de Granada, es una empuñadura hecha en oro, con joyas… si en un momento determinado los propietarios que serían los marqueses de Falces tuvieron problemas económicos, una manera de salir de ellos era despojando las joyas de la empuñadura y venderlas.
- La empuñadura que podemos ver ahora ¿es la que sustituyó a la original?
Responde a los criterios estéticos de la época pero no lo podemos saber. Quizás hubo varias intermedias.
- La gran incógnita ¿fue la espada que empuñó el Cid?
Tampoco podemos confirmarlo. Sería como si quisiéramos encontrar ADN del Cid en la empuñadura de la espada… quizás dentro de la madera… aunque es algo prácticamente imposible y más habiendo sido tocada por tantísimas manos. Además, si lo encontráramos… ¿con qué lo compararíamos? ¿con el ADN de quién?.
- La han tocado muchas manos… también el equipo de investigación del que formaste parte. Todos os cortasteis….
Si (risas). La manipulación siempre la hicimos con guantes y jamás se tocó con la mano ni siquiera accidentalmente y sí, casi todos llegamos a cortarnos porque el filo sigue estando afilado. No hay que olvidar que es una espada tajadora.
- ¿Podemos saber cuándo fue la última vez que se afiló?
No, es muy difícil porque si se ha afilado en frío no habría superado una determinada temperatura y no habría dejado huellas.
Las inscripciones de la Tizona
Detalle de los caracteres renacentistas de una de las inscripciones de la espada
- Otro de los detalles interesantes que aparecen en la espada son las inscripciones. Son dos: "Io soi Tisona fue fecha en la era de mile quarenta" y "Ave María Gratia Plena Dominus Mecum". Ambas son posteriores al siglo XI…
Las inscripciones aparecen en ambas caras, en concreto en el vaceo de la espada. Están hechas al ácido y rompieron la capa cementada, la capa endurecida. El herrero que forjó la espada no lo hubiera permitido jamás.
- ¿Y que se pretendía con esas inscripciones?
Seguramente se hicieron al mismo tiempo que se hizo la empuñadura con el objetivo de cristianizar la espada. Si se trata de una espada fabricada en el reino andalusí por un herrero musulmán ¿él hubiera utilizado una invocación a la Virgen María?. No tiene ninguna lógica al igual que utilizar los caracteres que se utilizaron.
- ¿Es posible que alguno de sus propietarios haya podido hacer algún otro tipo de marca que no se perciba a simple vista?
No, aunque en ambas inscripciones hay una marca que pudiera ser una marca de herrero. Yo me inclino a pensar que tan sólo es un adorno porque el herrero que hizo esa espada sería tan bueno que no necesitaría firmarla.
- Sería interesante conocer quién la hizo…
Lo que no cabe duda es que es una espada muy especial. La Tizona, desde el punto de vista de sus propiedades, es una pieza única. Según diversas crónicas andalusíes de la época, se fabricaron 50 espadas como esa con empuñaduras de oro y plata. Sin embargo la única que ha llegado a nuestras manos es esa, la única que tenemos de esa tipología en todo el mundo es la Tizona. Con esas características, con esas propiedades no existe ni conocemos ninguna.
"El Cid pudo tener recursos suficientes
para comprar la Tizona"
- Suponiendo que fuera la espada del Cid ¿cómo llegaría a sus manos?
Pudo ser especialmente fabricada para él ya que pudo tener recursos suficientes para comprarla aunque también pudo ser un regalo. Esa espada se forjó en el reino andalusí y él tenía amigos tanto en la parte cristiana como musulmana. También pudo ser un botín de guerra, estoy seguro que si la hubiera visto la hubiera cogido sin dudarlo un segundo.
- A la espada se le pierde la pista durante cientos de años, sin embargo reaparece en la época de los Reyes Católicos…
Está absolutamente documentada cuando reaparece en el inventario del patrimonio de los Reyes Católicos del Alcázar de Segovia. Desde entonces se sabe perfectamente dónde ha estado. Desde el Cid hasta el siglo XV todo lo que podemos plantear son conjeturas aunque no hay que olvidar que Isabel la Católica es descendiente del Cid y quizás llegaría a ella a través de esa línea sucesoria. Posteriormente Fernando el Católico la entregó al marqués de Falces seguramente en pago de servicio de guerra y con la condición de que se utilizara en los procesos de coronación de los reyes de España, algo que por cierto se realizó hasta la llegada de los Borbones.
Imagen tomada recientemente en el Museo de Burgos donde se expone la espada
- Actualmente la espada se expone horizontalmente en el Museo de Burgos ¿es la posición adecuada?
Nosotros aparte del estudio limpiamos la hoja perfectamente y al limpiarla lo que hicimos fue protegerla con una laca que puede aguantar perfectamente 40 o 50 años sin que se estropee. En el momento en el que esa laca agriete o amarillee se elimina con acetona y se vuelve a dar para evitar que la hoja se oxide. La espada tiene por ambas caras una capa endurecida. Probablemente cuando el marqués de Falces se hizo con la espada la guardaría en un arcón de madera, quizás con tela debajo… es decir con materia orgánica por lo que es probable que se oxidara más por una cara que por otra. Ese óxido se eliminaría lijándolo con arena, agua y un trapo, el problema es que al quitar ese óxido te estás llevando la capa cementada lo que ha provocado que una de las caras haya perdido parte de su capa cementada, en concreto en la que aparece la inscripción “Ave María…”. La otra cara de la espada mantiene la capa endurecida y la diferencia de tensiones tira mecánicamente lo que hace que la espada esté curvada hacia la cara de “Io soi Tisona”.
- Por lo tanto habría que modificar la forma en la que está siendo expuesta…
Si la espada se sigue dejando en posición horizontal y a pesar de estar sujeta por dos pequeños tacos y de la protección que le dimos con esa laca, la cara de arriba se irá oxidando más que la de abajo y la espada se irá curvando cada vez más. Además, tal y como está expuesta sólo se puede ver una de las inscripciones. Lo apropiado sería poner la espada en posición vertical con la punta hacia abajo. Simplemente con una vitrina cuadrada como estaba antes en el Museo del Ejército, con un soporte de metacrilato con una ranura para que entre la hoja y la espada con la punta hacia abajo sería suficiente. Esa es su posición normal y podríamos ver la espada por ambas caras y, por tanto, la gente podría disfrutarla mucho más.