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Marco Gassarino: "Al Cid no hay que inventarlo sólo saber representarlo bien"

Marco Gassarino en Vivar del Cid, Burgos
Patricia Ansótegui
Marco Gassarino, "El Cid Europeo"Marco Gassarino, "El Cid Europeo"
Italiano de nacimiento y alemán de adopción lleva ocho años representando al Cid en aquellos eventos medievales a los que viaja: Alemania, Austria, Dinamarca... y ahora España. El Fin de Semana Cidiano de Burgos ha vuelto a recibir a Marco Gassarino y a su mujer Ingrid como si de los mismísimos Cid y Jimena se tratase: todo un honor para ellos. Aquellos juegos de niños emulando al de Vivar en la campiña italiana se han convertido en realidad. Compartimos unos minutos con un caballero de los que ya no quedan, Marco Gassarino. Le acompaña Ingrid cuyos inmensos y transparentes ojos azules transmiten la serenidad que, probablemente, necesitaría un guerrero.

 

- Es el segundo año que venís a Burgos para participar en el Fin de Semana Cidiano ¿qué impresión tienes del evento?
Sí, la primera vez vinimos en 2013. Es una bonita fiesta porque además rinde homenaje al Cid, mi héroe de siempre.

¿Desde cuándo esa devoción por el Cid?
Desde niño.

¿Y por qué?
A mí siempre me gustó la historia y cuando estudié al Cid, en el colegio, me llegó al corazón. Además de su faceta de guerrero me gustaban otros aspectos de él: su cultura, su diplomacia, su noción de la lealtad, del honor. Además cuando era pequeño salía por el campo con el burro que tenía mi familia y con una espada de madera como si fuera él (risas).

De adulto comenzaste a participar en fiestas medievales representando, precisamente, a Rodrigo...
Sí. Cuando tuve tiempo y dinero - no mucho - comencé a frecuentar eventos medievales. Pude por fin realizar mi sueño. La imagen del Cid que tenía de niño volvió otra vez a mí.

¿Cuánto tiempo llevas recorriendo Europa representando al Cid?
Desde 2007. Comencé en Alemania en algunos de los torneos y fiestas medievales que se celebraban allí. A partir de ese momento contacté con Vivar del Cid (Burgos) para hablarles de mí y ellos me invitaron a las fiestas que organizan en julio en homenaje al Cid. Así también comenzó mi contacto con España. Estamos tremendamente agradecidos a la hospitalidad de Vivar del Cid, a la Asociación Vivar Cuna del Cid y a la que fuera alcaldesa, Ana Marín.

No viajas sólo ya que Ingrid, tu esposa, te acompaña y como no podía de ser otra forma representando a la mismísima Jimena...
Ingrid es una santa (risas) y la historia real de que el Cid amó realmente a su Jimena también la intentamos transmitir nosotros. Además, yo también quiero que participe de una forma activa en las fiestas.

Cuando estáis en alguna de ellas ¿cómo os reciben?
Al Cid lo conoce todo el mundo. Al Cid no hay que inventarlo sólo representarlo bien. Además las personas que visitan las fiestas en Alemania tienen un alto nivel cultural, conocen bien la historia y, por tanto, la época medieval por lo que el Cid no les es ajeno. Incluso a veces me ponen en algún compromiso ya que me hacen preguntas que demuestran que están muy bien preparados. Además, el viajar con Ingrid representando a Doña Jimena es mejor, la gente se entusiasma cuando nos ve a los dos, a la pareja medieval.

Después de ocho años representando a Rodrigo se me antoja pensar que será uno de los personajes que ya se espera que participe en determinadas fiestas medievales...
Sí, claro. La gente me conoce, me llama... Además yo viajo sólo por honor al Cid, sin ningún gasto, sin pedir compensación económica y siempre, eso sí, con la bandera de Castilla.

La figura del Cid, como sabrás, no es vista con buenos ojos en determinados sectores. Hay quien opina que se vendía al mejor postor y que era, en definitiva, un mercenario...
Yo creo que la gente en general no piensa eso, es una figura emblemática nacional española y nada más. Al Cid se le conoce no sólo en Burgos si no en todo el mundo en general.

Quizás esas acusaciones se deben a los años en los que el Cid sirvió al rey musulmán de la taifa de Zaragoza y precisamente vosotros habéis viajado a España con una escolta muy especial?
Sí, como yo suelo decir son los sarracenos de Zaragoza (risas). Pertenecen al grupo Die Sarazenen Aus Dem Taubertal. Son amigos del Cid. Vienen de Alemania y frecuentan también el ambiente medieval. La primera vez que nos encontramos en un evento fue amor a primera vista.

También hay mucha confusión entre el Cid de la historia y el Cid de la leyenda. ¿Con qué faceta te quedas?
Con ambas porque las dos reflejan que era inteligente, justo, valiente, buen militar y gran diplomático.

¿De qué forma crees que puede el Camino del Cid ayudar a dar a conocer al personaje?
No es mi sector pero lógicamente claro que ayuda. Nosotros hicimos el Camino del Cid a caballo hace unos años. Fue una aventura y lo vivimos con la dificultad de no tener casi asistencia. Lamentablemente no pudimos continuar ya que pasando la provincia de Soria nos topamos con un incendio tremendo en Guadalajara. Pero vimos sitios magníficos, pueblos que mantienen sus tradiciones que espero puedan seguir conservando. En nuestro ánimo estar poder terminarlo algún día.
 
 

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