Salvador Domingo: "El Camino del Cid es único, sorprendente, una especie de milagro"

 

 

Sí. Fue en 1995 cuando el diputado de Cultura que había entonces - Félix Enrique - quería hacer algo en Vivar del Cid poniendo en valor la tradición cidiana que existía allí. No había nada en concreto pero él quería hacer alguna actuación junto con Atapuerca y con algún otro elemento importante de la provincia de Burgos, algo de tipo patrimonial. Félix Enrique cesó en enero de 1996 y entonces tomó posesión del cargo de diputado de Cultura Jesús Berzosa que retomó el asunto con mucho mayor impulso y mucho más interés. Cuando él entró fue una de las primeras cosas que me planteó: allí había que hacer un camino.

 

Ahí empezó a tomar forma y siempre con la complicidad entre el diputado y yo para ir preparando el asunto. La verdad es que sin su impulso hubiese sido imposible que esto tomase cuerpo ya que le dio un impulso político muy firme. Era el que le correspondía y yo le di el soporte técnico.

 

Sí, empecé a moverme teniendo como horizonte hacer un camino recreando el Cantar de mío Cid algo que, por otra parte, teníamos muy claro desde el principio. Ese era nuestro elemento de apoyo, un elemento muy potente. En principio planteábamos el camino desde Vivar del Cid hasta San Pedro de Cardeña teniendo la ciudad de Burgos como punto intermedio.

 

Estaba todo por hacer ya que había que establecer qué caminos proponer, había varios. Me centré en dos que recorrí sopesando los pros y los contras de cada uno de ellos. Había uno que quizá era el más atractivo pero que no pasaba por Quintanilla Vivar como el que finalmente se escogió. Desde Vivar del Cid se iba a la ciudad de Burgos atravesando una cuesta que suponía un inconveniente ya que tenía mucha pendiente y, además, entraba en Burgos de una manera muy rara. También hice una labor de campo. Hablé con la gente de Quintanilla y de Vivar para ver por dónde iban los vecinos cuando tenían que ir al mercado o hacer alguna otra gestión. Ellos atravesaban el Camino de Cuesta de Rey y opté por ese. Después había que establecer la ruta de Burgos a San Pedro de Cardeña. Nos encontramos con que había una Cañada Real (la de la Sierra) y optamos por llevar por allí el Camino. La verdad es que, además de buscar la ruta que mejor se adaptaba al proyecto, tuvimos que enfrentarnos a bastantes presiones.

 

 

Es algo normal que en todas las iniciativas que intentes poner en marcha se de algún tipo de presión. No hubo ninguna intromisión política pero había alcaldes que querían que el Camino del Cid pasase por su pueblo. A esos alcaldes les atendía yo y a todos los decía que no porque el Camino estaba tan definido que no permitía mucho margen. Hubo presión de algún pueblo que me decía que el Cid era un caballero y que, por tanto, no podía pasar por un camino de ganado, por una Cañada Real. El Cid no solo iba por allí sino campo a través, por montes y por donde fuese. Pasaron por mi despacho un montón de alcaldes argumentando historias relacionadas con el Cid y su pueblo, todo el mundo tiene historias de que el Cid estuvo allí, la tradición de que se lo ha contado su abuelo.

 

Evidentemente, además como era una cosa que todavía no estaba montada todo el mundo se quería apuntar. Es normal. Yo si fuese alcalde a lo mejor también lo haría.

 

En Burgos mucha gente pensaba que queríamos hacer un homenaje al Cid. Nosotros dijimos que no queríamos ni ponerle en los altares ni defenestrarle simplemente utilizar el Cantar - y no al Cid - para hacer un camino que tuviese atractivo y soporte literario que en ocasiones es más importante que el soporte histórico. Hubo una parte de la izquierda que pensaba... "ya está la derecha utilizando al Cid" ya que la Diputación la gobernaba el PP. A muchos de ellos les conocía y les iba llamando uno por uno para explicarles el proyecto. Hubo un concejal del PSOE del Ayuntamiento de Burgos que dijo que la diputación quería resucitar "los fastos franquistas del Milenario de Castilla". Le llamé y le dije que se estaba equivocando totalmente aunque eso forma parte de las dinámicas que surgen siempre que pones en marcha un proyecto.

 

Desde hace años me dedico a trabajar en caminos históricos pero la base de todo era el Cantar de mío Cid con Vivar, Burgos y San Pedro de Cardeña como las tres localidades que se mencionan en él. Timoteo Riaño hizo un trabajo de avance del Camino del Cid que nos vino muy bien porque él situaba un lugar que no se ha localizado nunca. Se trataba de Spinaz de Can, localidad en la que, según el Cantar, el Cid hizo noche tras dejar el monasterio de San Pedro de Cardeña. Timoteo Riaño lo situaba en Pinarejos, un paraje que está entre pinares y que pertenece ahora a Huerta de Rey.

 

Elaboramos un Plan Director que estuvo muy bien. Incluía el diseño de unos hitos de piedra, en San Pedro de Cardeña un herbario monacal, una fuente en Quintanillla Vivar, un mirador en Vivar del Cid, la remodelación del monumento, etc. Cuando lo acabamos hicimos una campaña de difusión de dicho Plan. Se enteraron en San Esteban de Gormaz (Soria) y se pusieron en contacto con Berzosa. Hicimos un acto de presentación allí y les explicamos el proyecto. Les interesó muchísimo ya que querían que el Camino del Cid pasase por allí. Por nuestra parte les explicamos que "nuestro" camino acababa en San Pedro de Cardeña pero entonces nos empezamos a plantear la posibilidad de que entrase en Soria. Hicimos una reunión con la Diputación de esta provincia y a partir de ahí invitamos a Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón y Valencia. Esa labor de contacto con las diputaciones las hizo Berzosa. Fue fundamental. Su labor viene a confirmar que para cualquier proyecto que se quiera hacer en una diputación tiene que haber sintonía entre el político y el técnico. Muchas veces es el político el que quiere y el técnico no está por la labor y otras muchas es al contrario con lo cual ni en una ocasión ni en la otra se lleva a cabo.

Yo intenté transmitir por todos los medios la filosofía que había tenido para Burgos: poner en marcha un camino o sendero que reprodujese el Cantar de mío Cid. Fue complicado, por ejemplo, definir dónde acababa el Camino en una provincia para que lo retomara la otra porque, claro, cada diputación marcaba el Camino por donde creía conveniente.

Yo lo puse encima de la mesa porque aunque no estaba mencionada en el Cantar sí tenía mucha tradición relacionada con el Cid. Cuando Berzosa llamó a Alicatne la diputada de Alicante me llamó a mí porque esto les sonaba a música celestial. Les hablé de su vinculación con el Cid y de que alicantinos como el propio Azorín también se había "ocupado" del Cid.

 

Nunca ha habido ningún problema. Estamos hablando de un proyecto que es atractivo y que pasa por las provincias de la "tercera" España: Soria, Guadalajara, Teruel... por lo que cualquier elemento que tenga cierta consistencia, que las ponga en sintonía con otras provincias, que las vincule con la costa, resulta interesante.

 

Ya pero tienen el problema de que todo el turismo lo tienen en una franja, en la franja costera y el resto está aún por desarrollar.

 

Es único, es sorprendente, es una especie de milagro pero quién iba a prever que iba a funcionar. Ninguna Diputación se ha descolgado y eso que lo normal es que cuando las diputaciones cambian de signo político lo hubieran hecho. Es novedoso y fresco.

 

 

 

 

No aunque tampoco nos marcábamos límites. Nosotros desarrollamos lo inmediato porque creíamos que tenía fuerza. Yo creí siempre en el proyecto porque ponía en valor un Cantar de Gesta que forma parte de la literatura universal.

 

Es complicado. Quién iba a pensar que el Camino de Santiago iba a tener el boom que tiene ahora. Yo creo que obedece a veces a modas, a tendencias que vienen inducidas por otras circunstancias. La idea es buena y no es ningún invento, no es humo. Está asentado sobre unas bases coherentes y luego también está gestionada por personas cualificadas. La oficina técnica del Consorcio está funcionando muy bien.

 

Es un personaje histórico y singular porque si no lo hubiese sido no había merecido ni media página. Evidentemente llama la atención y sus matices, que son muchos, lo hacen muy atractivo. Otra cosa diferente es que como personaje se haya podido utilizar para darle diferentes enfoques ideológicos pero de eso no tiene culpa el Cid.

 

Seguiré mi labor habitual fuera del trabajo. Sobre el Camino del Cid ya he recorrido buena parte de él pero reconozco que hay zonas que no conozco.