Marian Ramos: "La belleza reside en nuestra mirada y en cómo la percibimos"

 

El Camino de Marian nació un día de septiembre del 2012. Cuando surgió no tenía muy claro si lo iba a saber mantener, aunque llevaba dos o tres años escribiendo en Internet como freelance para diferentes plataformas. Y surgió, sinceramente, no por mi propia convicción. El blog nació gracias a personas que me apoyaron en todo momento; todos los días. Hicieron posible que me ilusionara. Hicieron que creyera en mí. Y sobre todo, me ayudaron a configurarlo. Y tengo que decir que ¡santa paciencia conmigo! Porque no tenía ni idea de los conocimientos mínimos que hacen falta para crear una web. Así que, aprovecho para dar a cada uno de ellos las gracias.

Sí. Desde muy pequeña. Mi padre era muy aficionado a realizar viajes o escapadas sin pensárselo mucho. Aunque no era de forma continua sí que nos inculcó esa pasión por ver el paisaje a través de las ventanillas del coche mientras estábamos nerviosas por saber dónde nos llevaba.

 

Todos los lugares tienen algo mágico. Desde un simple callejón en el pueblo más apartado de una carretera, las grandes ciudades o una ruta de senderismo en plena naturaleza. Creo que, simplemente, hay que abrir bien todos los sentidos. Andar despacio y dejarse llevar. El truco reside en dejar la mente en blanco para que todo lo que percibimos tenga su espacio. Y lo disfrutemos. Cada uno sentirá una apreciación diferente del encanto de los lugares. La belleza reside en nuestra mirada y en cómo la percibimos.

 

¡Gran pregunta!. Existen momentos en los que necesitas estar solo. Viajar en solitario es descubrirse a sí mismo. Vas a tu marcha sin necesidad de tener que adaptarte a los demás. Pero al viajar así (o como si lo estuvieras), no puedes compartir en ese momento tus impresiones con otras personas. Tus sensaciones. Ni, evidentemente, escuchar a otras personas y conocer qué es lo que sienten.

Pero también considero que para viajar, teniendo como horizonte un blog donde quieres compartir tus experiencias con los lectores, hace falta viajeros con las mismas inquietudes que tú. Porque entiendo que es muy desesperante para otras personas que te llame la atención algún monumento y te pares minutos a contemplarlo o intentes captar con la cámara de fotos, perspectivas diferentes a las que se suele tomar cuando vamos deprisa. Cada uno tenemos nuestra forma de viajar.

Históricas, culturales, arquitectónicas, naturales, legendarias? Depende de la inquietud que tenga en ese momento. Hay veces que me apetece conocer algún pueblo en especial, hacer una ruta de senderismo o recorrer alguna ciudad.

 

Normalmente me guío por recomendaciones. Aunque creo que siempre tenemos algún sitio en mente del que no hace falta que leas más. En algún momento deseaste viajar a él, y se mantiene ese deseo con el tiempo.

Me encanta leer a otros compañeros blogueros. Y mi rincón preferido para documentar las entradas es la biblioteca. Intento contar breves aspectos y curiosidades históricas. Los secretos se hallan en los libros. ¿Y qué mejor que una biblioteca para intentar fusionar los acontecimientos reales de un lugar con los subjetivos que se ha podido tener al recorrerlo?

 

Evidentemente debemos acudir siempre a los profesionales del sector, tanto de webs como de las guías de turismo que nos pueden informar en un momento concreto. Más allá de los profesionales que nos muestran con rigor y datos un destino, existen las experiencias reales que nos cuentan en los blogs. Es un ejercicio mental muy interesante comprobar el mismo destino visto y sentido por diferentes personas?

No soy fotógrafa. Simplemente tengo los conocimientos mínimos para hacer las fotografías. Aunque creo que también es importante lo que intentas captar con ellas, aunque no tengan gran calidad.

Soy muy andarina. ¡Me encanta!

Considero que son inseparables las dos. Creo que se deben complementar. Un texto sin imágenes puede llegar a ser insufrible y es posible que el lector abandone la lectura para buscar el mismo destino en otra web. Además, creo que son muy importantes. Las palabras nos documentan. Las fotografías nos transmiten.

Quiero pensar que sí. Por lo menos es lo que intentamos. Disfrutamos contándolo y nos vemos muy reforzados cuando los lectores interactúan, tanto en las redes sociales, como en los comentarios de los blogs.

 

Me impactó el pueblo viejo de Belchite. Sin palabras.

 

En este momento, sí.

La gastronomía, los alojamientos, los monumentos... forman parte de la experiencia del viajero. Es esencial que nos comuniquen sus impresiones y consejos. Si seguimos de forma asidua un blog, seguro que si viajamos a un destino que nos ha transmitido, vamos a querer visitar y experimentar lo que ellos nos han contado. Quizás por la simple curiosidad de saber si lo sentimos igual o de forma diferente.

¡Qué si pueden! Las leyendas nos atrapan, nos encandilan. La realidad y la ventaja de las leyendas es que siempre están localizadas en un lugar concreto aunque la tradición oral del pueblo y mi imaginación, en este caso, las transforme. Son nuestro patrimonio, el de cada uno. Visitar un lugar donde está localizada una leyenda es sobrecogedor porque favorece nuestra imaginación. Nos podemos sentir hasta actores de esa leyenda. Vivirla de alguna forma y de paso, ese rincón pasa a nuestra memoria de una forma especial. Por poner un ejemplo, si visitáis Cuenca no dejéis de acercaros al callejón del Cristo de la Luz o a la bajada de la Ermita de las Angustias. ¡Ya me contáis!

Habéis hecho un gran trabajo. Ocho provincias se dicen en un momento. Recorrerlas tal y como las habéis dividido por rutas, resulta una gran experiencia. Porque no solamente hay parajes espectaculares sino que se pueden conocer ciudades y pueblos con gran tradición histórica. Al igual que las leyendas, pensar que el Cid estuvo acampado con sus huestes planificando algún ataque resulta gratificante. Sinceramente no conozco todo el Camino del Cid de forma personal pero me apasiona el Anillo del Maestrazgo que si lo conozco casi en su totalidad.

Un héroe de leyenda donde parece ser que es difícil separar los hechos históricos de aquellos que las tradiciones orales y el Cantar del mío Cid reflejaron. Valiente, fiel, odiado, amado. Caballero cristiano fiel a su rey Alfonso VI a la vez que enfrentado a él. Un personaje complicado. Caballero cristiano ayudando a los señores de las taifas a cambio de recibir grandes tributos. Hábil estratega y muy inteligente. Honrado. Muy fuerte ante el peor castigo que se le podía dar a un caballero, que no era la muerte, sino el destierro. Una persona que perdió varias veces su honradez por las afrentas sufridas, no solamente hacia él, sino también hacia su familia. Muy amigo de sus amigos e implacable con sus adversarios. Habilidoso guerrero con las armas y con su caballo. Con gran capacidad de mando. Supo rodearse de los más fieles seguidores. Histórico o legendario, el Cid es uno de nuestros representantes históricos más conocidos.

 

Bocairent, un pueblo del interior de Valencia.

 

Permíteme que termine diciendo la vida, la gran experiencia.