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Joaquín Gaitano, escritor: Guardo mi salvoconducto en una caja fuerte

Joaquín Gaitano con su libro "El Salvoconducto"
Joaqun Gaitano con su libro "El Salvoconducto"Joaqun Gaitano con su libro "El Salvoconducto"
 
Patricia Ansótegui
 

Habla de su novela como si de un hijo se tratara. No en vano su gestación le ha llevado tiempo (año y medio) y esfuerzo (más de 2.000 kilómetros recorridos). Joaquín Gaitano Palacios relata historias, leyendas, canciones y poemas en El Salvoconducto, un libro en el que el Camino del Cid ha sido su vehículo y el Cantar, su guía de viaje

 
- ¿Cuándo y cómo surge la idea de escribir El Salvoconducto?
La idea me rondaba desde hace tiempo porque alguna de las rutas del Camino del Cid ya las habíamos hecho en moto. Además, de pequeño leía muchos tebeos entre ellos uno del Cid Campeador y tenía el recuerdo de aquellas historias. Cuando tuve algo más de tiempo, y tras ver la información que ofrecéis desde el Consorcio Camino del Cid, tomé la decisión de empezar a recorrer el Camino. Cogí un ejemplar que tengo del Cantar de mío Cid y comencé a leérmelo. Un día entré en la Oficina de Turismo de Elche (Alicante) y solicité el salvoconducto. Me marqué una ruta con inicio en Vivar del Cid (Burgos) y a partir de ahí comenzó todo.
 
- Por lo tanto el Cantar de mío Cid le ha servido de guía de viaje...
Si porque además de que me gustaba leer todo aquello que relata, también me llama mucho la atención los misterios que rodean a su autoría. Yo, en cada viaje, siempre lo llevaba.
 
- Tras haber recorrido la ruta ¿ha cambiado tu percepción sobre el Cid?
Sí, me ha enriquecido en el conocimiento sobre su figura. Cuando leía las historias de Rodrigo yo tenía una idea del personaje. Sin embargo, cuando te pones a hacer el Camino vas profundizando sobre él. Descubres que era un señor de la cristiandad que tenía un objetivo claro: avanzar por tierras de los infieles. Con independencia de que se tenía que ganar las habichuelas y de que tenía de dar de comer a los que iban con él, el Cid tenía claro que tenía que producirse ese avance cristiano. Además descubres que estaba dotado de unas virtudes de lealtad, de fuerza... Era un verdadero líder porque aún habiendo sido desterrado por un rey... le aclamaban por donde entrara. Era un líder natural.
 
- Además de esos aspectos relacionados con el Cid ha descubierto rincones en España que aún teniéndoles a la vuelta de la esquina no sabemos ni que existen...
Siempre he dicho que el Camino del Cid está infrautilizado si lo comparamos, por ejemplo, con el Camino de Santiago. No es por el esfuerzo que realizáis desde el Consorcio Camino del Cid... creo que todas las administraciones (ayuntamientos, diputaciones, las comunidades autónomas...) deberían implicarse más en su promoción. Yo me imagino el Camino del Cid como un trayecto que, si lo vemos desde lo alto, desde un avión, lo vemos como un trazado de 2.000 kilómetros que aún atraviesa muchas fronteras. Fronteras que, en mi opinión, deberían desaparecer para ver el Camino del Cid como una línea continua, como un frente común de los territorios que atraviesa.
 
- ¿Qué se va a encontrar la persona a la que llegue a sus manos El Salvoconducto?
Mi idea era comenzar la novela en primera persona pero cambié de opinión según iba teniendo información de todos los lugares que iba a visitar. Recurrí a determinados personajes de la época y a otros más actuales. Esos personajes desde el comienzo en Vivar del Cid en Burgos van apareciendo y contando sus historias. Pertenecen a diferentes culturas y religiones pero también te encuentras con la peculiaridad de la gente que ahora está en el Camino. Mi intención no era contar la historia del Cid - de eso ya mucho escrito - si no que utilizo el Camino como vehículo, utilizado como guía los versos del Cantar, como te he comentado antes. Yo estoy muy contento porque quien la ha leído me dice que entretiene y engancha. Yo quiero además que sirva para que digan... el Camino del Cid existe y quiero recorrerlo
 
- Uno de los personajes principales de la novela es, precisamente, el salvoconducto. Documento que ha ido sellando por todas las localidades del Camino del Cid y que ahora... ¿dónde lo tiene?
Guardado en una caja fuerte junto al de mi mujer. Tengo un copia para enseñarla y utilizarla pero el original está descansando. Piensa que no ha dejado de andar (risas)
 
- Se lo voy a poner difícil... si tuviera que quedarse con una localidad del Camino del Cid, ¿cuál sería la elegida?
¿Sólo una?
 
- Le he dicho que era difícil...
Me quedo con varias... Primero con Burgos y su catedral, también con el monasterio de San Pedro de Cardeña. La mañana que lo visitamos estaba lloviendo, había niebla, la figura de aquel fraile, el hecho de que allí estuviera el Cid... es difícil de olvidar. También con Medinaceli, con los soportales del ayuntamiento de Anguita, con Montalbán... ¡es complicado!
 
- Supongo que habrá vivido anécdotas, conocido personas curiosas, tenido experiencias... ¿alguna que debamos conocer?
Me quedo con dos experiencias: la presencia del espíritu de doña Blanca de Borbón en una habitación del Parador de Sigüenza y la aparición de un Maestre de la Orden de Calatrava en el castillo templario de Castillejo de Robledo. La novela está plagada de sorpresas.
 
Para más información sobre el libro y el autor pincha aquí.

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