Sara Montiel: El rodaje de la película de El Cid fue una idea mía
Patricia Ansótegui
¿Sí, digameeee?, me contesta alargando la última sílaba. No cabe duda: es Sara Montiel. Saritísima. La primera estrella cinematográfica española que llegó a Hollywood y que logró meterse de lleno el star-system americano. Pero no sólo eso. Española, pero ante todo manchega, logró traer a nuestro país parte de esa época dorada. De hecho Anthony Mann, su primer marido y director de la película El Cid, se decantó por el personaje castellano gracias a las recomendaciones de la diva.
- ¿Qué recuerdos guarda de la película El Cid?
Mi marido venía a verme a Ronda, Cádiz. Allí vio todas las montañas, todos los alrededores que son una auténtica belleza. Yo le dije que por qué no hacía un western en España acordándome de los que se rodaban sobretodo en la zona de Almería. Además eran mucho más bonitos los exteriores de Ronda que los de Almería y, bueno, un día me preguntó: Antonia, ¿tú qué historia crees que puedo contar en España?, a lo que le respondí: hay un personaje del que nadie sabe nada. Sólo hay un intelectual (refiriéndose a Don Ramón Menéndez Pidal) que sabe algo sobre él. Se trata del Cid, que ganó la batalla después de muerto. Era famoso por eso, por ganar a los árabes en Valencia después de muerto ¿sabes?
- Sí, me hago cargo...
El caso es que yo le expliqué lo que era el Cid. Le gustó muchísimo y decidimos hablar con la persona que escribía sobre él. Hicieron un pre-guión y les llevé a Valencia para buscarles los exteriores en los que tenían que rodar. Desde allí, llegamos a Peñíscola que me pareció maravilloso. No era como ahora, no había ninguna casa, ningún chalet ¡no había nada!, en el año 60 aquello estaba sin explotar.
- ¿Es cierto que le ofrecieron el papel de Doña Jimena?
Sí, me lo propuso Samuel Bronston, el productor. El problema fue que mis productores - Cesáreo González y Benito Perojo - que además me tenían contratada en exclusiva, no me dejaron hacerla porque no cantaba y yo tenía que hacer otra película para ellos justo cuando me propusieron este papel. A ellos no les interesaba ya que tenían películas mías vendidas antes, incluso, de haberse hecho.
- ¿Se arrepintió?
A mí tampoco me interesaba porque el papel de Doña Jimena es... ¡bah!... no vale nada. Al final yo di el nombre para la protagonista
- El de Sophia Loren...
Sí, porque Sophia había hecho en el 54 Orgullo y pasión, con Frank Sinatra y Cary Grant y había hecho exteriores en Ávila. Yo dije que cogieran a Sophia y, efectivamente, la cogieron. Estuve con ella, con mi marido y con Bronston. A partir de ahí, se empezó la película precisamente en Peñíscola.
- ¿Cómo vivió el rodaje?
Me tuve que ir a Buenos Aires al estreno de Mi último tango nada más comenzar el rodaje. Me despedí de Tony en la playa de Peñíscola, donde se rodó la batalla de "después de muerto". Yo volví de Argentina, estuve fuera como tres meses porque desde Argentina me fui a Venezuela, Colombia, Méjico, Estados Unidos y volví en diciembre del 60, osea que estuve mucho tiempo sin venir. Cuando volví, ellos estaban terminando la película. Mi marido estaba muy contento. Yo fui a ver la película. Charlton Heston estaba estupendo y Sophía Loren, en su papel de tonta como aquel que dice, pues también estaba bien. Más que nada aportaba un nombre pero ¡vamos! su papel de esperar al marido con sus dos hijas pues es eso ¡nada!. Al final mi marido hizo de El Cid una gran película
- ¿Como era Anthony Mann?
Era un director estupendo, era un hombre muy inteligente, muy preparado. Estuvo dos veces nominado para los Oscar como mejor director con Música y lágrimas. The Glenn Miller Story y también con The Tin Star, película que rodó con Henry Fonda. No lo consiguió pero era muy bueno, era estupendo
- ¿Queda algo de ese glamour, de esa época dorada de Hollywood?
No, eso se ha terminado, aquí ahora priman los vaqueros y unos vaqueros no podrán ser nunca un traje de Christian Dior.
- Samuel Bronston hizo una apuesta importante por España, cinematográficamente hablando. Sin embargo, hay mucha gente (generaciones jóvenes, fundamentalmente) que no le conocen...
Nunca se le ha hecho mención, nunca se han acordado de él, no le han dado grandes premios, la Academia del Cine se podía haber acordado de él para los Goya. Samuel Bronston hizo unas películas muy buenas en España, sobretodo la de El Cid
- Además, es una de las películas de Bronston que mejor funcionó en taquilla...
Sin duda, fue un grandísimo éxito comercial
- Hemos hablado de su marido Anthony Mann, de Samuel Bronston... pero ¿cómo era Chartlon Heston?
Yo ya le conocía antes del rodaje de El Cid. Era un hombre muy majo, muy espléndido, muy generoso y simpático. También Lidia, su mujer. Él siempre estaba con ella.
- Con motivo de los 50 años de El Cid hemos propuesto a nuestros seguidores de facebook que, en el caso de que se haga un remake de la película, propongan a los actores protagonistas ¿a quién escogería Sara Montiel?
Ni idea. Quizás Amenábar como director... Antonio Banderas... son muy buenos pero, ahora mismo... no lo sé cariño.