Los jueves, milagro
Alberto Luque Cortina
Los jueves, milagro es una estupenda película de Luis García Berlanga. Berlanga es, desde luego, uno de nuestros grandes cineastas, aunque esta no sea la más redonda de sus películas debido a que la censura -hablamos de 1957- metió su zarpa y modificó sustancialmente el guión, especialmente el final.
"Los jueves, milagro" debería ser de exhibición obligatoria
en los cursos de marketing turístico
Aún así, hay partes donde el genio de Berlanga brilla con especial intensidad. Aún más, creo que Los jueves, milagro debería ser de exhibición obligada en los cursos de marketing turístico. La película se centra en un pueblo donde unos avispados, con el deseo de atraer turistas y reactivar su economía, deciden simular un milagro para promocionar las aguas termales de su balneario.
La película se rodó hace más de cincuenta años pero, visto lo visto, la idea del gato por liebre turístico no cayó en desuso, transformándose con el tiempo hasta adquirir sofisticadas manifestaciones, algunas de ellas visibles en escenarios dorados como FITUR. El turismo se ha vendido a veces como la panacea o al menos como la única salida para algunos de nuestros pueblos, pero no siempre es así. Para recibir hay que dar, y para dar hay que tener. Lo importante, a veces se olvida, es saber lo que uno tiene y sobre todo con qué cuenta.
Quizá este sea uno de los motivos de la buena salud del Camino del Cid. Veamos: la verdad es que, sobre el papel, este itinerario "tiene" de todo: siete Patrimonios de la Humanidad, 39 localidades declaradas conjunto histórico-artístico, 70 espacios naturales protegidos... Esto puede sonar prometedor, pero es engañoso. En realidad, la fuerza de este itinerario se halla en la proyección histórica, mítica, y literaria del Cid: es el Cid quien le da sentido. Sí, claro, para algunos fue un héroe y para otros un mercenario, pero no nos engañemos: posiblemente sea el personaje medieval español más conocido fuera de nuestras fronteras y esto, turísticamente, a la hora de la promoción, sí es importante. No vamos a comparar (bueno sí, solo una vez) pero en países europeos como Francia el nombre del Cid es más conocido que el algunas de nuestras comunidades autónomas.
De esto se dieron buena cuenta las ocho diputaciones que en 2002 (caray, han pasado diez años y no lo hemos "celebrado") decidieron fundar el Consorcio Camino del Cid con el objetivo de crear infraestructuras, dinamizar y promocionar este itinerario. Es muy posible que, fuera de las diputaciones y de una parte de los pueblos implicados, muy pocas instituciones creyeran en este proyecto y mucho menos en su permanencia.
Pues bien, todos los años, rondando noviembre, los representantes de las ocho diputaciones fundacionales (Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante) se reúnen en Consejo Rector para estudiar el plan de actuaciones del Consorcio para el año entrante y aprobar el presupuesto asignado a esas actuaciones. La casualidad o una cierta tradición asumida por todos quiere que este Consejo suela producirse en jueves (el último, este 15 de noviembre de 2012, en Soria).
Ya lo he comentado, no existe nada más divergente que el argumento de la película de Berlanga y la trayectoria del Camino del Cid en estos últimos años, pero en estas reuniones oficiales uno no puede dejar de recordar su título. Parece "milagroso" que, diez años después, las diputaciones sigan confiando en este proyecto turístico-cultural con criterios de sostenibilidad y que sigan apostando económicamente por él. Parece "milagroso" que las decisiones, desde sus inicios, sean siempre tomadas por unanimidad con independencia de colores políticos. Es asombroso que estas ocho diputaciones, tan diferentes entre sí, pertenezcan nada menos que a cuatro comunidades autónomas y que el "invento" siga funcionando.
Esto, y otras razones, nos hacen pensar que este Consorcio es una entidad única en muchos aspectos, sin molde previo. Sonará corporativo, pero nos sentimos muy orgullosos de formar parte de este proyecto. Así que ahí va nuestro cariñoso agradecimiento a todos los que hacen posible el Camino del Cid, no solo a los representantes y técnicos de las diputaciones, sino a todos los que recorren la ruta o la apoyan de mil diversas maneras o nos acompañan en las redes sociales o nos abren sus puertas y establecimientos cuando estamos en ruta.
Ah, y un último apunte: el pueblo donde se rodó Los jueves, milagro es una localidad zaragozana llamada Alhama de Aragón. Pertenece al Camino del Cid. Con anterioridad a Luis García Berlanga, exactamente 750 años antes, ya se había fijado en ella el poeta anónimo del Cantar de mío Cid, que hizo pasar por allí al caballero e incluso describe en sus versos la característica foz que divide el pueblo. Aunque tal y como están las cosas los milagros en general sean bien recibidos, Alhama de Aragón no los necesita para demostrar la calidad de sus aguas, admiradas desde la Antigüedad por sus virtudes terapéuticas, y el pueblo disfruta de una estupenda, y asequible, oferta de balnearios y centros termales.
Y aquí tienes el "milagro de San Dimas", una escena antológica del cine español. Qué grande era Berlanga.