Antonio Herrera Casado: "Hay que preservar las leyendas. Acudir a quienes aún las conocen"
Patricia Ansótegui
Antonio Herrera Casado, Cronista Provincial de GuadalajaraAntonio Herrera Casado (Guadalajara, 1947) es Cronista Provincial de Guadalajara desde 1973. Escritor e historiador, es además miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia. Es autor de numerosos libros de investigación y divulgación histórica sobre Guadalajara, siendo el creador de la editorial AACHE que desde 1988 se ha dedicado a publicar libros sobre esta provincia. Con él repasamos la importancia de las leyendas y tradiciones y hablamos de la necesidad de estudiar, custodiar y reproducir ese legado tan importante de nuestra cultura oral.
- Actualmente el Consorcio Camino del Cid está recopilando las leyendas, toponimia y tradiciones relacionadas con la figura del Cid. Muchas de ellas (la gran mayoría) tienden a ensalzar y a hacer aún más grande al personaje pero en ocasiones también ofrecen alguna enseñanza. En su opinión ¿cuál es el objetivo de las leyendas?
Las leyendas nacen espontáneamente, en el afán humano de perpetuar nuestra memoria, la de quienes nos rodean, la de todo cuanto hemos vivido. Memorar algo importante, mantener viva la memoria antigua. Enseñar y dar ejemplo. Alentar y motivar a los jóvenes…. creo que ese es el objetivo.
- Nos consta que muchos de los relatos que nos están llegando llevan contándose años, incluso siglos, ¿por qué sobreviven al paso del tiempo?
Hasta ahora, uno de los métodos más seguros de transmisión de la información era la voz humana, el relato, a quienes nos rodean. El cuento de viva voz, la referencia personal al grupo inmediato. Así se han mantenido las leyendas, vivas, en la memoria, y en la voz, de unos, pasándoselo a otros.
- Sin embargo hay determinados relatos que se están olvidando o perdiendo. Eran transmitidos oralmente y muchas de las personas que los conocían están envejeciendo o muriendo. ¿Qué podemos hacer para rescatar esa parte de la cultura oral?
Sin duda, acudir a quienes aún las conocen, y grabar sus manifestaciones, recogerlas por escrito, estudiarlas, guardarlas, custodiarlas, y reproducirlas en los formatos comunicacionales actuales, preferentemente en forma de libros.
- Es habitual confundir al Cid histórico con el Cid literario. Lo mismo ocurre con las leyendas que en algunos casos sí parten de una base real ¿verdad?
Efectivamente, el Cid literario ha estado siempre muy por encima del histórico, porque su imagen la han construido las leyendas, basadas en el Cantar de mio Cid y la espontánea creatividad popular ha ido dando forma a un personaje más abierto, rico en matices, que el estrictamente histórico, que en cierto modo está todavía sin historiar a fondo.
Hoy en día la información nos llega al momento, me atrevería a decir que es casi efímera y tan rápida que en ocasiones cuesta asimilar todo el ruido que viene de fuera. Ahora que parece que tenemos la prisa como estilo de vida ¿hay sitio para las leyendas?
Siempre hay sitio para las leyendas. Lo importante es proponerse transmitirla, y crear esos “espacios de tranquilidad” en los que poder transmitirlos. En Guadalajara existe, desde hace mucho años, un “Maratón de Cuentos” en el que durante horas y horas, mediado junio, miles de personas están atentas, y sosegadamente, atendiendo la narración de historias y leyendas, de todo tipo de cuentos.
"La narrativa oral tiene sus fuentes en la vida,
pero también en la invención, en la maravilla,
en el milagro, en lo sobrenatural y lo imposible"
- Hace poco leía que la narrativa oral tiene sus fuentes en la vida ¿comparte esta afirmación?
Por supuesto. Pero también en la invención, en la maravilla, en el milagro, en lo sobrenatural, y en lo imposible. El intento de la narrativa oral es siempre crear admiración, estremecer, madurar.
- En la provincia de Guadalajara hemos encontrado un buen número de relatos o de leyendas relacionadas con el Cid. En Castejón de Henares, Establés, Fuentelsaz, Hinojosa, Miedes de Atienza… En alguna de sus publicaciones también ha hecho mención o ha recogido alguna de ellas ¿recuerda alguna especialmente que nos pueda comentar?
Entre otras, la de Hinojosa es singular. El gran cerro que corona el pueblo, alto y llano en su cúspide, es llamado “Cabezo del Cid”. Está en la ruta que seguramentre siguió Rodrigo Díaz de Vivar, para caminar de Burgos a Valencia, atravesando el actual Señorío de Molina, entonces “tierra de moros”. Quedó en la memoria popular ese paso, y se ha ido repitiendo. Lo más curioso es que, desde hace también varios siglos, se dice que la prueba fehaciente de que El Cid y su mesnada estuvo en ese cerro, es que por sus laderas, y en la parte alta, continuamente se encuentran herraduras de equinos, armas de hierro, cascos militares, piezas de guerra…. y lo que no saben quien tal dicen es que esas huellas materiales se refieren a un tiempo real, mucho más antiguo, porque son piezas de la Edad del Hierro, de la cultura celtibérica, que allí tuvo un potente castro. Así vemos que se mezclan las huellas históricas reales con la imaginación, y de ahí nace la leyenda.
- Curiosamente, muchas de las leyendas del Cid en Guadalajara van unidas indisolublemente a la figura de Álvar Fáñez. Algo que por otra parte no nos debería sorprender…
Claro, porque Minaya Alvar Fáñez, a quien el Cid le denomina “hermano, amigo, mi naya…” quedó como personaje real, en los documentos de esta tierra: fue señor de pueblos, y adalid en el castillo de Zorita, siendo al final de su vida un importantísimo capitán del reinado de Alfonso VI, que en Toledo se encargó de parar el embate de los almorávides, a comienzos del siglo XI.
- Otra de las cosas que nos han llamado la atención es que hay leyendas asociadas a determinados pueblos cuyo contenido es prácticamente el mismo. Es decir, las localidades pueden estar separadas por cientos de kilómetros entre sí pero comparten un mismo relato. Es el caso de la huella de Babieca cuyos cascos tenemos grabados en numerosas rocas del territorio español. ¿Por qué cree que se dan estas coincidencias?
La transmisión oral, alargada en el tiempo, es mucho más potente que un telediario. El asombro ante un fenómeno natural, como pueden ser unas marcas profundas (resultado de condiciones atmosféricas repetidas) en una roca, y el hecho de que alguien con capacidad poética las enlazara a la presencia del Cid y su caballo, hace que luego en lugares alejados se mantenga la misma idea, a veces por competición entre lugares.
- Por último ¿cree que es importante trasladar estas leyendas o tradiciones a los centros de enseñanza, a los colegios, a las universidades?
Muy importante. Debería ser obligado capítulo en el estudio de la Literatura. Porque es una parte (de origen popular, pero a veces muy elaborada evolución) del eterno intento del hombre por transmitir noticias y valores.